Una de las cuestiones que siempre ha preocupado a los expertos en Sanidad es que la gestión de esta competencia por parte de las comunidades autónomas, aunque ha traído muchos aspectos positivos, también ha supuesto grandes retos, como el de la equidad de acceso entre los diferentes territorios.
Son muchos los informes al respecto, pero como ejemplo, la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) publica cada año su informe sobre ‘Los Servicios Sanitarios de las CCAA’, que en su versión de 2024 concluía que existen profundas desigualdades entre los territorios, que lejos de haber disminuido, tienden a incrementarse.
En este contexto el Ministerio de Sanidad lanzaba en 2021 su Estrategia de Salud Digital del Sistema Nacional de Salud , dotada con más de 1.000 millones de euros, con el objetivo de avanzar en salud digital mediante planes colaborativos entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. Así, en muchas de las intervenciones explicando los avances en la misma, todos sus participantes han destacado precisamente el trabajo conjunto entre el Ministerio y todas las autonomías. ¿Pero realmente la salud digital está reflejando una mayor cohesión, o es un nuevo agujero de inequidades?
El problema de la equidad en IA
Para buscar respuestas a esta cuestión, desde Civio realizaban un informe al respecto en el que, mediante el análisis de los datos disponibles y la participación de diversos expertos, se concluían varias ideas. La primera es que la incorporación de la IA en el Sistema Nacional de Salud se está haciendo de forma bastante opaca. La segunda es que la incorporación de soluciones de IA en los servicios de salud autonómicos se está haciendo de forma tremendamente desigual, tanto por el número de soluciones aplicadas, como por la velocidad en la que se instauran.
Desde EL MÉDICO INTERACTIVO hemos hablado de esta cuestión con Alejandro Rodríguez González, presidente de la Sociedad Española de Inteligencia Artificial en Biomedicina (BIOMED) . “Este es un tema complejo porque tiene que ver no solo con la tecnología, sino con cómo se organiza la Sanidad en España. La implantación de la IA depende excesivamente de iniciativas locales, lo que genera diferencias entre regiones y, a veces, entre hospitales. Esto hace que los avances sean muy desiguales y dificulta que lo aprendido en un territorio pueda transferirse a otro”, señala.
¿Mayor transparencia y evaluación?
Tal y como insiste el presidente de BIOMED, “es evidente que la IA ha venido para quedarse y su integración paulatina en los sistemas de salud es posiblemente un hecho, pero al que aún le queda bastante recorrido”. La cuestión es si realmente es posible coordinar una mejor forma de implementación, para no caer en los errores del pasado, sino ser una posible solución para los mismos.
Esta, sin embargo, no deja de ser una cuestión llena de matices. Para empezar, porque hablamos de soluciones de IA como un ente general, cuando es una realidad bastante heterogénea. “Hay muchos tipos de «IAs» distintas: modelos predictivos, modelos generativos, etc. Cada uno de estos tipos de IA tiene diferentes ritmos, diferentes niveles de maduración, y se evalúan de formas diferentes. Y esto es importante para entender el contexto general de la IA”, recuerda el experto.
Por otra parte, la evaluación de la IA es una cuestión controvertida, porque no existe aún un marco claro al respecto, por lo que sigue siendo un área de trabajo y de mejora.
“La evaluación existe, pero es irregular dependiendo del tipo de herramienta y del país. Para que una solución de IA sea fiable en Sanidad no basta con que funcione bien en pruebas internas: debe demostrar eficacia y seguridad mediante estudios clínicos, auditorías externas y cumplimientos regulatorios específicos, algo que todavía no es homogéneo entre regiones ni entre tecnologías”, explica Alejandro Rodríguez González.
De esta forma, “existen algunas áreas, bastante más maduras (por ejemplo, sistemas de estratificación usando modelos ‘clásicos’ o algunas técnicas de análisis de imagen) que ya se usan con éxito”. Sin embargo, “hay otras áreas (especialmente las relacionadas con la IA generativa), donde la evaluación todavía está en un estado temprano y falta un recorrido para poder hablar de certificaciones estables que sigan estándares internacionales”.
Hasta qué punto es posible la equidad en la IA
Teniendo todo este contexto en cuenta, cabe preguntarse hasta qué punto es posible lograr la equidad en la IA o si, al menos, hay una mejor forma posible de organizar su implantación.
Así, como reflexión final, el presidente de BIOMED expone: “debe seguirse un enfoque planificado y gradual. Para eso es necesario en primer lugar tener un marco nacional común para homogeneizar como debe hacerse este proceso, los criterios de evaluación de los sistemas de IA, la transparencia, la auditoría, etc. Esto es fundamental para evitar las desigualdades actuales y para tener un sistema homogéneo y lo más ‘fuerte’ posible”.
En segundo lugar, “la implantación debería ser escalonada, tanto en la afectación de los pacientes o profesionales, como en la propia validación, similar a cuando se desarrolla un software o se hace una intervención clínica”.
Para finalizar, “es clave que la IA, una vez validada, se integre en los flujos de trabajo y en los sistemas de los profesionales de la forma más natural posible, ayudando a reducir burocracia y tareas repetitivas (en lo que podrían ser mejoras administrativas) o en la propia práctica clínica, con sistemas que sirvan de soporte a la decisión”, deja como idea el experto.
The post ¿Puede la IA volver a romper la equidad entre comunidades autónomas? appeared first on El médico interactivo.
from El médico interactivo https://ift.tt/Vsv3iKp

Otra fortaleza de los internistas, según Montserrat Chimeno, es “la capacidad de trabajar en equipos multidisciplinares, con diferentes especialidades y distintas categorías profesionales”. En concreto, se ha referido a la Enfermería, “sin la cual, los internistas no podrían hacer bien su trabajo”. Por ello, ha mostrado su intención de que las enfermeras tengan cada vez más protagonismo en los congresos de la SEMI.
El programa científico incluye simposios para analizar las novedades en las patologías más frecuentes, pero también se han organizado sesiones de bioética y humanismo, simposios sobre el empleo del arte o el cine con fines terapéuticos, así como talleres de comunicación clínica.
El 82 % del manejo de la obesidad infantil recae solo en Pediatría y Enfermería. “La multidisciplinariedad es casi inexistente”, ha asegurado la especialista. El nutricionista interviene en el 10,8 % de los casos, y el psicólogo, en el 3 %.
Precisamente la falta de guías o protocolos actuales para el manejo y el tratamiento de la obesidad en niños y adolescentes ha sido una de las cuestiones planteadas por Mónica Ruiz Pons, del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria de Santa Cruz de Tenerife.