“La implementación de la Salud Digital en Europa es muy heterogénea”

Recientemente, lsmael Said Criado, médico internista y coordinador del Grupo de Trabajo de Medicina Digital de la Sociedad Española de Medicina Interna ha sido nombrado nuevo chairman of the ‘Telemedicine, Innovative Technologies and Digital Health Working Group’ en la European Federation of Internal Medicine (EFIM). Desde EL MÉDICO INTERACTIVO hemos hablado con él acerca de la actualidad de la Medicina Digital tanto en España, como en Europa.

¿Qué va a suponer este nuevo cargo en EFIM?

Como coordinador del grupo de trabajo de Telemedicina, Tecnologías innovadoras y Salud digital de la Federación Europea de Medicina interna (EFIM) tengo el encargo de continuar con el trabajo iniciado hace dos años por Filomena Pietroantonio, ayudando en el desarrollo de proyectos relacionados con las nuevas tecnologías digitales aplicadas a la Medicina Interna. Entre ellos, destaca el acabar un documento de posicionamiento sobre el uso de la Telemedicina en nuestra especialidad.

¿Qué podrá aportar de lo aprendido en el Grupo de trabajo de Medicina Digital de la SEMI?

El aprendizaje generado dentro de nuestro grupo de trabajo puede servir para iniciar proyectos europeos, pero también podremos seguir aprendiendo de los proyectos e iniciativas que realizan en otros países pertenecientes a la EFIM.

¿Cómo diría que es la posición de España en Salud Digital respecto a Europa?

La Salud Digital en España está aún en desarrollo, aunque no tenemos nada que envidiar a otros países europeos. En nuestro país se han desarrollado iniciativas pioneras que han hecho avanzar la asistencia sanitaria hacia una mejor digitalización, como la historia clínica electrónica, la receta electrónica o la investigación basada en datos masivos. En España se han desarrollado compañías que exportan sus servicios a otros países de Europa y el mundo gracias al conocimiento generado con la investigación en nuestros hospitales. Faltan aún varios aspectos a mejorar, como la regulación de las terapias digitales, el aprovechamiento de la tecnología para mejorar el cuidado de pacientes crónicos o la implementación efectiva de la telemedicina, pero podemos decir que vamos por el buen camino para hacerlo realidad en los próximos 5-10 años.

La implementación de la Salud Digital en los distintos países de Europa es muy heterogénea, pero espero que en los próximos años podamos caminar juntos hacia la total digitalización de la asistencia sanitaria.

Hablamos constantemente de todo lo que la innovación puede hacer por la Medicina, pero ¿están preparados los médicos para este cambio digital?

En los últimos años se está incrementando la oferta formativa relacionada con la salud digital desde múltiples instituciones, atendiendo a la demanda de los profesionales para formarse en esta incipiente área de conocimiento. Los médicos comprendemos la necesidad del cambio y estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para prepararnos para él. Sin embargo, en este proceso de transformación no todo el mundo se sentirá cómodo y es previsible que la adhesión de los médicos se haga de forma progresiva.

El aprendizaje de nuevos conceptos relacionados con el uso de las tecnologías digitales dentro del ámbito clínico supondrá un esfuerzo para todos los profesionales que deberán ir incorporando nuevos hábitos en su práctica clínica. Pero es esperable que el uso de la tecnología ayude progresivamente a disminuir tareas automatizables, dejando más tiempo para atender mejor a nuestros pacientes.

¿Cómo está afectando hoy en día la Salud Digital en las consultas de los internistas?

Los médicos tenemos apps en nuestro móvil que nos ayudan a encontrar más fácilmente calculadoras médicas o protocolos clínicos, a modo de herramientas de apoyo a la decisión clínica. Usamos la historia clínica electrónica diariamente para registrar nuestra actividad asistencial. Y, por supuesto, revisamos radiografías digitalizadas de forma rutinaria y prescribimos electrónicamente.

A nivel de investigación clínica, ya se desarrollan estudios con metodología de análisis Big data, o con minería de procesos y se hacen lectura masiva de historias clínicas mediante herramientas de procesamiento de lenguaje natural.

Además, los congresos médicos se retransmiten por redes sociales y tenemos mejor acceso a múltiples publicaciones online propias de nuestra profesión. Se están usando nuevas metodologías formativas como la realidad virtual o la realidad aumentada y se usan robots en múltiples cirugías.

Em definitiva, el uso de las tecnologías digitales está impregnando poco a poco toda la actividad asistencial y lo previsible es que esta tendencia continúe en los próximos años, sobre todo con la llegada de la Inteligencia Artificial en el ámbito de la decisión clínica.

¿Y cuáles son los cambios más cercanos que el médico va a tener que asumir más pronto que tarde?

Probablemente se acelere en los próximos años la incorporación de herramientas de apoyo a la decisión clínica basadas en Inteligencia Artificial, por lo que los médicos tendremos que rediseñar todo el proceso asistencial. Tendremos que aprender a consultar estos softwares en varios momentos de la toma de decisiones, para asegurar una mejor calidad asistencial y mayor seguridad del paciente.

Por otro lado, tendremos que aprender a usar los nuevos canales de comunicación para aumentar la atención en remoto de nuestros pacientes y mejorar la prevención secundaria de los pacientes crónicos. Igualmente, la formación continuada se inundará de la realidad virtual al igual que ya es una realidad la formación por cursos online.

En el caso concreto de Medicina Interna, ¿qué patologías y qué perfil de paciente diría que va a ser más beneficiado de estas nuevas tecnologías en el corto medio plazo?

Esperamos mejorar la atención de los pacientes con patología crónica como la diabetes, la obesidad, la hipertensión arterial o un riesgo vascular alto. Además, se podrán atender mejor a pacientes en régimen de hospitalización a domicilio y mejorar la coordinación con Atención Primaria.

Las enfermedades raras dejarán de ser un reto diagnóstico y los cuidadores de pacientes dependientes tendrán más recursos a su disposición para mejorar su atención. Se podrá hacer un mejor control del dolor y de situaciones paliativas a domicilio.

Por último, el uso de dispositivos médicos digitales conectados a la nube mejorará aspectos como la adherencia terapéutica en pacientes crónicos y la biometría de imágenes clínicas ayudará en el cuidado de úlceras o lesiones dermatológicas crónicas.

 

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