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viernes, 7 de junio de 2024

El estudio SABINA pone de manifiesto el sobreuso de SABA en asma

Un porcentaje importante de pacientes con asma tiende a abusar de los agonistas beta-2 de acción corta (SABA), llegando a utilizarlos en exceso mientras descuidan el uso de los corticoides inhalados, que son fundamentales en su tratamiento. Datos del estudio SABINA han revelado esta preocupante tendencia en España, asociándola estrechamente con un aumento de las exacerbaciones y las tasas de mortalidad en pacientes asmáticos.

La rápida sensación de alivio sintomático que proporcionan los SABA puede llevar a la percepción errónea de que son suficientes. “La realidad es que solo proporcionan una broncodilatación momentánea sin abordar la inflamación subyacente en las vías respiratorias”, explica el doctor Eugenio Fernández, del Centro de Salud Juncal, en Torrejón de Ardoz (Madrid).

Este especialista considera que este abuso contribuye a una subestimación del control del asma y, en última instancia, a un empeoramiento de la enfermedad, con más exacerbaciones y un aumento de los costos sanitarios. Para la doctora Nuria de la Peña, del Centro de Salud El Restón, en Valdemoro (Madrid), no hay que olvidar que “al aumentar el número de ingresos hospitalarios y la necesidad de asistencia sanitaria cuando el paciente presenta reagudizaciones o empeoran los síntomas, se produce un incremento del gasto sanitario global”.

Sobreuso de SABA frente a infrauso de corticoides

Los datos del estudio SABINA (Consecuencias clínicas del uso excesivo de agonistas β2-adrenérgicos de acción corta en el tratamiento del asma en España, en 2023) han revelado que un 28,7 % de los pacientes hace un uso excesivo de estos tratamientos (≥3 inhaladores/año). Así mismo ha evidenciado que el 13,4 % infrautiliza los corticoides inhalados (ICS), con menos de cuatro inhaladores por año.

Otro estudio español ha evidenciado que el uso excesivo de SABA genera costos significativos para el Sistema Nacional de Salud español, particularmente en casos de asma grave o mal controlado. Este trabajo, publicado en el Journal of Investigation Allergol Clinical Immunology, lleva por título: ‘Consecuencias económicas del sobreuso de agonistas ß-adrenérgicos de acción corta en el tratamiento del asma en España’, tal como refiere la doctora Mª Esther Porras, del Centro de Salud de San Martín de la Vega (Madrid).

A tenor de estos resultados, “la nueva guía clínica internacional (GINA) y la española (GEMA) ya no recomiendan el uso de estas terapias en monoterapia”, anota la doctora.

Reflexión conjunta sobre el sobreuso de SABA

Tradicionalmente, los SABA se han considerado como un recurso principal para aliviar los síntomas respiratorios agudos en pacientes con asma. Sin embargo, se han demostrado los peligros asociados con su uso excesivo, indica el doctor Francisco López, del Centro de Salud Reyes Magos, en Alcalá de Henares (Madrid).

“Además, la evidencia clínica -cada vez más sólida- respalda el beneficio de combinar corticoides inhalados (CSI) con agonistas beta de larga acción (LABA), como el formoterol, en el control sintomático y la prevención de exacerbaciones en pacientes asmáticos. Esto debería hacernos reflexionar, a médicos y pacientes, para garantizar un uso adecuado de los SABA en el manejo del asma”, asevera el especialista.

Solo como tratamiento de rescate

“El salbutamol debe reservarse exclusivamente como un tratamiento de rescate y siempre debe acompañarse del uso de esteroides inhalados, que constituyen la base del tratamiento”, destaca el doctor Juan Pedro Justel, del Centro de Salud Dr. Castroviejo, en Madrid. El abuso de los tratamientos de rescate se correlaciona con un aumento en el número de exacerbaciones anuales y una mayor mortalidad.

A su juicio, todos los pacientes asmáticos son susceptibles de corregir este abuso, pero se debe prestar especial atención a aquellos con comorbilidades o ingresos hospitalarios con el fin de mejorar su calidad de vida. “Aunque hay un largo camino por recorrer en el manejo del asma para evitar el sobreuso de SABA, es esencial que los médicos especialistas se comprometan a difundir este concepto y a aplicar las guías de manera apropiada”, añade el doctor Justel.

Tratamiento optimizado para el asma

En cuanto a la optimización del tratamiento, la doctora Iziar Vázquez considera que se debería buscar minimizar el uso de SABA, especialmente, en los casos de asma persistente. “En el asma intermitente, se puede considerar el mantenimiento del uso de SABA, siempre y cuando no se necesiten más de dos inhalaciones al día, según el escalón 1 de la GINA. En caso contrario, la indicación de glucocorticoides ayuda a lograr un mejor control”, explica.

Según su experiencia, “el tratamiento óptimo para el asma sería un glucocorticoide inhalado en doble terapia con LABA o una doble terapia de budesónida/SABA, que ya está disponible en el mercado. A partir del escalón 2 de la GINA, se recomienda el tratamiento con glucocorticoides inhalados”.

Estudios comparativos han demostrado que las terapias MART, como el formoterol/budesónida junto con SABA de rescate, pueden prolongar el tiempo libre de crisis en los pacientes, llegando hasta 75 días sin exacerbaciones, y reducir hasta un 36 % las visitas a urgencias por exacerbaciones, concluye la doctora.

Revisar la medicación

En cualquier caso, el paciente afectado de asma requiere una revisión continua del tratamiento, indica la doctora Isabel Díaz, del Centro de Salud de San Martín de la Vega, Madrid. “Esta revisión se llevará a cabo anualmente si el paciente se encuentra estable”, dice.

Durante la revisión, se evaluará el control de los síntomas, ya sea a través de un interrogatorio o utilizando el cuestionario ACT. También se indagará sobre posibles comorbilidades asociadas. Además, “se puede utilizar el Peak-flow para monitorizar el asma y revisar las técnicas de inhalación y la adherencia al tratamiento. Y se debe analizar los posibles efectos secundarios así como revisar el uso de SABA controlando el número de envases retirados en la farmacia para reducir el sobreuso”, resume la doctora Díaz.

“Es importante realizar una revisión del paciente entre el primer y tercer mes después de iniciar el tratamiento y, posteriormente, cada tres meses hasta lograr un control adecuado de los síntomas”, continúa. Una vez que los síntomas están controlados durante al menos tres meses, se puede considerar la reducción del escalón terapéutico hasta alcanzar la dosis mínima eficaz. Cuando con dicha dosis se controlan los síntomas, se realizará una reevaluación cada seis meses o anualmente, añade.

“Además, revisaremos al paciente cuando presente síntomas, después de una exacerbación y en cada consulta para renovar la receta”, destaca la doctora Díaz. “En todas estas revisiones, es fundamental analizar la medicación utilizada y el número de SABA dispensados”, enfatiza.

Efectos secundarios

Es importante conocer, añade el doctor Justel, que “el sobreuso de SABA puede ocasionar nerviosismo, temblores, dolor de cabeza, dolores musculares e irritación de garganta o de las fosas nasales. “Entre los efectos secundarios más graves, aunque menos frecuentes, se encuentran la aceleración de la frecuencia cardíaca, conocida como taquicardia, y la sensación de aleteo o palpitaciones”, añade. Un riesgo adicional es la percepción de control de la enfermedad por parte del paciente que lo utiliza, advierte el doctor. Por eso, “es fundamental fomentar el empoderamiento del paciente, ya que es esencial para que logre una gestión adecuada de su enfermedad”, destaca.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores:  Mª Esther Porras Sánchez-Cortés, Francisco López Ortiz, Eugenio Fernández Escalada, Verónica Molina Bárcena, Juan Pedro Justel Pérez, Iziar Vázquez Carrión, Isabel María Díaz González, Laura Panero Martínez y Nuria De la Peña Antón.

 

Una publicación independiente desarrollada gracias al patrocinio financiero de BIAL. Los puntos de vista y las opiniones que se expresan en esta obra son de sus autores y no reflejan necesariamente la política oficial ni la posición de BIAL. BIAL no debe ser considerada responsable de la veracidad de la información ni de los posibles errores u omisiones.

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Referencias:

  • Molina J, Plaza V, Nuevo J, Gutiérrez M, Sicras-Mainar A, Valero A. Clinical Consequences of the Overuse of Short-Acting β2-Adrenergic Agonists (SABA) in the Treatment of Asthma in Spain: The SABINA Study. Open Respir Arch. 2023 Jan 13;5(2):100232. doi: 10.1016/j.opresp.2023.100232. PMID: 37496866; PMCID: PMC10369590.
  • Molina, Jesús, et al. Clinical consequences of the overuse of short-acting β2-adrenergic agonists (SABA) in the treatment of asthma in Spain: the SABINA study. Open Respiratory Archives (2023): 100232.
  • O´Byrne PM, et al. Inhaled combined budesonide-formoterol as needed in mild Asthma. N Engl J Med. 2018; 378:1865-1876.
  • Bateman, Eric D., et al. «As-Needed Budesonide–Formoterol versus Maintenance Budesonide in Mild Asthma». New England Journal of Medicine, vol. 378, n.o 20, mayo de 2018, pp. 1877-87. DOI.org (Crossref), doi:10.1056/NEJMoa1715275.
  • Estudio Papi y col.2013.
  • Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA) versión 5.3.

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