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lunes, 14 de marzo de 2022

El ejercicio físico debe formar parte de la vida de las personas con dislipemia

La respuesta en el perfil lipídico después de una sesión de ejercicio físico, así como sus efectos después de hacerlo, es diferente según el tipo de ejercicio, la intensidad, la frecuencia, la duración de la sesión y el tiempo de permanencia en el programa de entrenamiento físico.

Los lípidos almacenados en el organismo representan la despensa energética y son una fuente casi inagotable de energía durante el ejercicio. Su utilización crece conforme el ejercicio aumenta en duración. Los ácidos grasos que se utilizan en el metabolismo muscular provienen del tejido adiposo, de las lipoproteínas circulantes o de los triglicéridos almacenados en la célula muscular.

El aumento de la actividad de la lipoproteinlipasa también se ha observado en relación con los cambios descritos en los triglicéridos y el cHDL. Se consigue una disminución de los valores plasmáticos de triglicéridos y un aumento de las concentraciones de cHDL con el ejercicio físico en personas con valores de colesterol dentro de los límites normales.

Evidencia científica

Existe evidencia científica sobre los efectos del ejercicio aeróbico de moderada intensidad en el perfil lipídico, entre los que hay que destacar el cambio favorable que ejerce en el metabolismo lipoprotéico, debido al incremento de la fracción cHDL por su carácter cardioprotector.

Es necesario que el ejercicio sea prolongado para influir en el cHDL y el cLDL. Los deportes también de alto componente dinámico, pero con contracciones musculares concéntricas y bajo impacto articular, como la natación, serían los más beneficiosos para mejorar el perfil lipídico.

No obstante, es necesario disponer más evidencia científica en estudios donde se comparen los mismos deportes a diferente nivel de dedicación para constatar el efecto real que tiene sobre el metabolismo de los lípidos.

Los sujetos con dislipemia deberían realizar una actividad deportiva de tipo aeróbico y de moderada intensidad. Los efectos en el metabolismo lipídico son reversibles y llegan a desaparecer si no se sigue un entrenamiento continuado. El ejercicio físico debería formar parte de su estilo de vida.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Mabel Tavarez Durán, Ricardo Moya Medina, Javier Luño Comps, Javier Legrá, Marcelino López Álamo, Jorge Orihuela de la Cal y Evelyn Pascual.

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