Uno de los problemas de la esclerosis múltiple es que afecta principalmente a mujeres jóvenes, en una edad en la que comienzan sus proyectos profesionales o en la que se plantean formar una familia. Es por ello que la búsqueda de tratamientos que no interfieran en la salud de las embarazadas ha sido uno de los retos de la enfermedad. Así, nuevos resultados presentados en el Congreso anual del Comité Europeo para el Tratamiento y la Investigación en Esclerosis Múltiple (ECTRIMS, por sus siglas en inglés), han demostrado que el tratamiento con Betaferon antes de la concepción y/o durante el embarazo no afecta de forma negativa al desenlace del mismo.
En concreto, se trata de un estudio realizado con 1.348 mujeres con esclerosis múltiple embarazadas, durante más de dos décadas, que fueron evaluados en 2018 con la base de datos global de farmacovigilancia de Bayer. En el mismo se concluye que las embarazadas expuestas a Betaferon no se asociaron con un riesgo incrementado de aborto espontáneo o anomalías congénitas comparado con la población general. Hasta la fecha, es el mayor conjunto de datos disponible sobre el tratamiento con interferón beta-1b.
En palabras de Fernando Duarte Carón, director médico del área de Neurología de Bayer, “estos datos ofrecen un paso más hacia un mejor conocimiento de interferón beta-1b y embarazo que será apreciado por los profesionales sanitarios y en particular por las mujeres, ya que el interferón beta-1b es una importante opción de tratamiento para muchas pacientes afectadas de esclerosis múltiple”.
Tres décadas de experiencia
Cabe destacar que los datos sobre el tratamiento de la esclerosis múltiple con interferón beta-1b utilizado hasta o durante el embarazo han sido evaluados ampliamente. En concreto, 30 años de estudios clínicos y la experiencia en la práctica real con más de 1,6 millones de pacientes-año real han demostrado que Betaferon tiene un perfil de seguridad favorable y es bien tolerado. Es por ello que la evaluación actual se basó en un meta análisis de la mayor recopilación de datos disponible relativas a pacientes con esclerosis múltiple embarazadas expuestas a interferón beta-1b de más de 20 años.
Así, este 2018, los datos de la base de datos global de farmacovigilancia de Bayer se evaluaron para proporcionar información sobre el riesgo de interferón beta-1b en mujeres que están planeando quedarse embarazadas o están embarazadas (datos prospectivos de embarazo). Todos los embarazos (1.348) con desenlace conocido entre 1995 y 2018 fueron parte de esta evaluación. La mayoría de estos embarazos (82 por ciento) resultó en nacimientos vivos. Las tasas de abortos espontáneos (11,9 por ciento) fueron consistentes con las tasas reportadas en la población general, que van del 12 por ciento al 21 por ciento. Los datos también muestran una tasa similar de anomalías congénitas (1,4 por ciento) cuando se compararon con tasas de anomalías congénitas de bases de datos disponibles de población general (2,1 por ciento a 4,1 por ciento).
De esta forma se puede afirmar que los datos evaluados indican que el tratamiento con interferón beta-1b no está asociado con un incremento de los potenciales riesgos generales relacionados con los riesgos del embarazo.
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