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viernes, 26 de septiembre de 2025

Mujeres afganas, vida y salud en jaque 

El devastador terremoto del 31 de agosto en Afganistán ha mostrado con una crudeza inédita la situación de vulnerabilidad que viven las mujeres y niñas afganas. La ley talibán impide que sean rescatadas u atendidas, por la prohibición del contacto entre mujeres y hombres. Además, la restricción de movilidad impuesta por el Gobierno afgano limita su capacidad para desplazarse solas a los hospitales y centros de ayuda, obligándolas a depender de familiares masculinos que no siempre pueden acompañarlas. Si llegan al hospital o centro médico, tampoco lo tienen fácil, puesto que muchos carecen de personal femenino suficiente, y las normas de los talibanes impiden que puedan ser atendidas por médicos hombres, lo que retrasa la atención médica y de emergencia, poniendo en riesgo no solo su salud, sino también su vida.

Todo ello, en el marco de un sistema de salud debilitado, con infraestructuras insuficientes, escasez de recursos y una fuerte dependencia de la ayuda internacional. Hasta la fecha, el número de muertes estimadas en el terremoto supera las 2.200—la mitad son niños y niñas— y los heridos superan los 3.600, según de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las mujeres afganas no pueden estudiar medicina

El 78 por ciento de las mujeres jóvenes afganas no tiene educación, empleo ni formación, según el estudio “Índice de Género del Afganistán 2024” de ONU Mujeres1. Poco después de que los talibanes asumieran el control en 2021, las niñas mayores de 12 años vieron pospuesto su derecho de ir a la escuela. Las mujeres, por su parte, tuvieron prohibido el acceso a la enseñanza superior.

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) han denunciado que la prohibición de que las afganas estudien en institutos de medicina tendrá consecuencias a largo plazo para la salud de las mujeres en el país. “El número insuficiente de trabajadoras de la salud en el país ya afecta la disponibilidad de atención médica en Afganistán, especialmente dada la separación entre hombres y mujeres en las salas de los hospitales. Las restricciones limitan aún más el acceso a una atención médica de calidad e implicarán graves peligros para su disponibilidad en el futuro”, advierten desde MSF.

“No hay sistema sanitario sin profesionales de la salud mujeres formadas”, afirma Mickael Le Paih, representante de MSF en Afganistán. “Si ninguna niña puede asistir a la escuela secundaria y ninguna mujer puede asistir a la universidad o a los institutos de medicina, ¿de dónde saldrán las profesionales de la salud del futuro y quiénes atenderán a las mujeres afganas cuando sean más vulnerables?”, se pregunta Le Paih.

Solo se permite trabajar a un número limitado de doctoras

La prohibición de empleo fuera del hogar imposibilita que las mujeres ejerzan su profesión en áreas tan importantes como la salud, la educación, los medios de comunicación, el gobierno o las organizaciones humanitarias. Solo en muy pocos sectores, como la Sanidad o la educación primaria, se permite un número limitado de profesionales mujeres, pero con restricciones.

Por ejemplo, solo un número limitado de doctoras, enfermeras y parteras tiene permitido trabajar en ciertos hospitales de Kabul y algunas ciudades grandes para atender a mujeres y niñas, siempre y cuando no puedan ser reemplazadas por hombres. Además, tienen prohibido relacionarse con sus colegas de profesión varones, lo que dificulta la coordinación médica y reduce la calidad de la atención. En áreas rurales hay muy pocas médicas y están sujetas a las mismas restricciones de movilidad que sus pacientes -necesitan ir acompañadas por un mahram, un pariente masculino que suele ser el padre, el marido o el hermano-.

En materia de salud, esta norma genera riesgos evitables. Si viajan solas, pueden ser detenidas o retrasadas en controles policiales, impidiendo acudir a consultas médicas. La situación se complica cuando tienen hijos, son mayores o dependientes, ya que requieren acompañamiento. Incluso la compra de medicamentos depende de la presencia del tutor. La norma también limita la evacuación y protección en caso de emergencias, desastres naturales o conflictos armados. Si el tutor muere, quedan desprotegidas, expuestas a enfermedades, violencia y abandono.

Barreras para utilizar los servicios de salud

Un estudio2 publicado en BMC Public Health expone las barreras que las mujeres afganas encuentran para acceder a los servicios de salud. Estas son la aprobación de un familiar, la obligación de ir acompañadas por un miembro de la familia masculino, vivir en áreas rurales y las dificultades económicas. Según el estudio, la educación, el empoderamiento de las mujeres y su estatus socioeconómico se asocian también a las dificultades para acceder a una atención médica adecuada.

Según el estudio, las mujeres pertenecientes a grupos marginados encuentran mayores problemas. Solo el 55 por ciento de las mujeres con educación superior enfrentaron algún tipo de barrera, en comparación con el 91 por ciento de aquellas sin educación. De manera similar, el 87 por ciento de las mujeres con poder de toma de decisiones enfrentaron barreras, frente al 91 por ciento que carecen de tal autoridad. Solo el nueve por ciento de las mujeres propietarias de tierras no enfrentaron problemas para acceder a los servicios de salud, comparado con el 12 por ciento de quienes no poseían tierras.

Crisis de salud materna en Afganistán

El acceso a la atención médica en Afganistán es limitado, y la situación se agrava si se trata de atención especializada. Los médicos varones no pueden atender consultas obstétricas o ginecológicas, y la escasez de profesionales mujeres en estas especialidades reduce la disponibilidad de atención prenatal y los partos seguros. Muchas mujeres con abortos espontáneos o inducidos no reciben la atención oportuna, y los embarazos no planificados aumentan por la falta de acceso a métodos anticonceptivos, así como a servicios de educación sexual y de planificación familiar.

Esta situación agudiza la crisis de salud materna en el país. Según ONU Mujeres3, la proyección de la mortalidad materna podría aumentar en más del 50 por ciento para 2026. Y recuerda que las afganas viven “vidas más cortas” y “menos saludables”.

Además, la falta de personal sanitario femenino limita la capacidad de los programas de vacunación infantil y dificulta el tratamiento de enfermedades crónicas, como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiacas o respiratorias, dejando a muchas mujeres y niños sin la atención sanitaria básica para sobrevivir y mantener una vida saludable.

Las últimas informaciones recogidas hablan de casi 12.000 mujeres embarazadas que se encuentran en situación de riesgo extremo por el terremoto debido a la escasez de atención médica adecuada y la falta de personal sanitario femenino. Este desastre ha exacerbado la crisis de salud materna en un país que ya registra las tasas de mortalidad materna e infantil más altas, no solo de Asia, sino del mundo entero.

Nadie auxilió a las afganas tras el terremoto

Desde que ocurrió el terremoto, los medios de comunicación de todo el mundo han informado sobre la terrible injusticia que sufren las mujeres afganas. Las estrictas normas de “moralidad” que prohíben el contacto entre mujeres y hombres impidieron que los equipos de rescate, compuestos únicamente por varones, pudieran auxiliarlas. Como resultado, muchas de ellas quedaron atrapadas bajo los escombros.

Además, las trabajadoras humanitarias tienen prohibido prestar asistencia. La ONU ha denunciado el endurecimiento de las restricciones impuestas por los talibanes a las trabajadoras voluntarias. Por otra parte, la OMS ha instado a las autoridades a levantar estas restricciones de movilidad para permitir que se desplacen libremente y puedan responder a las necesidades urgentes de mujeres y niñas.

La OMS estima que solo el 10 por ciento del personal médico en la zona es femenino, compuesto principalmente por enfermeras y parteras, no médicas capacitadas para tratar heridas graves. Además, las pocas profesionales que permanecen en los hospitales no logran dar abasto para atender a las sobrevivientes. Uno de los últimos informes de la OMS confirma que las mujeres y las niñas constituyen la mayoría de las víctimas del terremoto, pero solo el 42 por ciento de los heridos que han logrado llegar a los hospitales son mujeres, frente a un 58 por ciento de hombres.

Refugiados y retornados tras el seísmo

Los refugiados y retornados afganos se encuentran igualmente entre los más afectados. Muchos llegaron recientemente tras ser deportados de países vecinos, como Irán y Pakistán. La combinación del terremoto y las condiciones extremas de invierno dejan a estas personas en una situación de vulnerabilidad extrema, aumentando su exposición a enfermedades y dificultando el acceso a asistencia médica y humanitaria.

Según la OMS, ya se han registrado casos de diarrea acuosa aguda, dengue, sarampión y malaria en las regiones afectadas. Además, más del 90 por ciento de las comunidades carecen de acceso a saneamiento adecuado, lo que aumenta el riesgo de brotes de cólera.

Crisis de salud mental

La OMS ha alertado estos últimos días de una “segunda herida” en Afganistán: una crisis de salud mental que afecta a las familias que lo han perdido todo, enfrentando duelo, ansiedad e incertidumbre por el futuro. Este sufrimiento es especialmente agudo entre mujeres y niños. Padecen insomnio, tristeza y estrés agudo, mientras que la falta de profesionales de salud mental complica una atención adecuada.

Según un informe5 de ONU Mujeres, realizado antes del seísmo, el 68 por ciento reportaba tener una salud mental “mala” o “muy mala” y, al menos un ocho por ciento, señalaba que conocía personalmente a otra mujer o niña que había intentado suicidarse.

La salud mental de las afganas se ve afectada por las restricciones que enfrentan: imposibilidad de estudiar o trabajar, desplazarse o vestirse libremente, practicar deporte, matrimonios forzados o violencia de género. Además, no pueden ser vistas en público, aparecer en medios ni expresar sus opiniones, ni siquiera acudir a salones de belleza. Todo ello, sumado a los efectos de los conflictos, los desastres naturales y la crisis humanitaria, genera un impacto en su salud mental. Los expertos advierten que, más allá de repercutir de forma inmediata, las consecuencias pueden extenderse a varias generaciones, generando secuelas a largo plazo para toda la sociedad.

El futuro, una jugada estratégica

Para que se produzca un cambio en Afganistán se requiere un enfoque multinivel: presión política sobre el régimen talibán, intervención humanitaria con personal femenino, educación y la formación de profesionales de la salud mujeres y su empoderamiento dentro de la sociedad. Cada uno de estos elementos constituye una pieza clave del tablero para avanzar hacia un futuro más justo y seguro.

Como en el ajedrez, proteger a la reina —las mujeres y niñas— significa salvaguardar su salud y vida frente a las amenazas directas, así como defender sus derechos para que puedan vivir vidas largas, libres y saludables. Si la reina cae, muchas otras piezas del tablero quedan en riesgo y la partida se inclina hacia la derrota. Protegerla es, entonces, una jugada estratégica que asegura no solo su supervivencia y resiliencia, sino también el bienestar y el futuro de toda la sociedad afgana.

Referencias

  1. United Nations Entity for Gender Equality and the Empowerment of Women (UN Women). Gender Index 2024: Afghanistan. New York: UN Women; 2025. 72 p. https://www.unwomen.org/en/digital-library/publications/2025/06/afghanistan-gender-index-2024
  2. Malik MA, Sinha R, Priya A, et al. Barriers to healthcare utilization among married women in Afghanistan: the role of asset ownership and women’s autonomy. BMC Public Health. 2024;24:613. doi:10.1186/s12889-024-18091-y
  3. https://bmcpublichealth.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12889-024-18091-y
  4. UN Women. FAQs: Afghanistan. [Internet]. New York: United Nations Entity for Gender Equality and the Empowerment of Women; [cited 2025 Sep 20]. Available from: https://www.unwomen.org/es/articles/faqs/faqs-afghanistan
  5. Emergencia en Afganistán [Internet]. [cited 2025 Sep 20]. Available from: https://www.acnur.org/emergencias/emergencia-en-afganistan

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