Hígado graso no alcohólico, padecimiento reversible en etapa temprana

La Enfermedad por Hígado Graso no Alcohólico (EHGNA) es un enemigo silencioso que afecta a 25 por ciento de la población mundial, de acuerdo con datos de la Asociación Americana para el Estudio de Enfermedades del Hígado. Mientras que, en México, se estima que el 41 por ciento de los adultos mexicanos tiene este padecimiento. Así lo reportó la Asociación Mexicana de Hepatología (AMH), quien hace un llamado a prevenir, diagnosticar y tratar oportunamente esta enfermedad silenciosa que es 100 por ciento reversible en etapas tempranas.

Un padecimiento multisistémico

En el marco del Día Internacional de la EHGNA, que se conmemora cada 12 de junio, la doctora Rosalba Moreno Alcántar, presidenta de la Asociación Mexicana de Hepatología (AHM), ofreció una conferencia de prensa.

En su presentación, la especialista dijo que en las últimas dos décadas este problema de salud se cuadruplicó en México, afectando por igual a hombre y mujeres.

Moreno Alcántar es también jefa de Gastroenterología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

La experta explicó que la enfermedad por hígado graso no alcohólico debe verse como un problema multisistémico en el que los cambios de hábitos alimenticios y el sedentarismo son determinantes. Sin embargo, también el 25 por ciento de las personas con hígado graso no alcohólico son delgadas. “Es una enfermedad que no da síntomas hasta que ya se encuentra avanzada y no hay un tratamiento que la cure en etapas tardías, por eso hay que prevenir, atender factores de riesgo y realizarse pruebas diagnósticas”, indicó.

Dieta saludable, la clave para su tratamiento

Por su parte, la doctora Graciela Castro, presidenta de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH), manifestó que “en etapas tempranas, la enfermedad es reversible si el paciente lleva una dieta saludable”.

Señaló que, incluso se le puede dar terapia farmacológica para evitar que evolucione a cirrosis, fase en la que el tejido del hígado ya está cicatrizado y permanentemente dañado.

“Una pérdida de peso mayor de 10 por ciento del peso corporal puede haber mejoría en la fibrosis de hasta 45 por ciento”, refirió.

En tanto, agregó que si solamente hay grasa acumulada sin que el tejido esté cicatrizado, la reversión puede ser hasta de 90 por ciento. “Incluso cuando hay cirrosis en estadíos tempranos puede controlarse el daño e incluso revertir parte del daño, antes de necesitar un trasplante de hígado”, precisó.

Factores de riesgo

En tanto, el doctor Nicolás Fernández, miembro de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, señaló que los principales factores de riesgo para hígado graso no alcohólico son:

– Obesidad.
– Diabetes.
– Hipertensión.
– Colesterol alto.
– Una vida sedentaria.
– Tener más de 50 años.

“Un cambio eficiente y sostenido del estilo de vida reduciendo la ingesta de grasas y azúcares ayuda a empezar a revertir el daño”, indicó el doctor Nicolás Fernández.

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