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jueves, 8 de junio de 2023

Circularidad en salud, ¿es posible?

¿Qué es la circularidad para usted?

Al plantearnos cómo podría aplicar la economía circular en salud, surge una batería de conceptos como globalización, reciclaje y sostenibilidad que, a primera vista, parecen no tener nada que ver con la Sanidad.

Sin embargo, la economía circular en la que deberíamos basar nuestros modelos de salud no es más que un sistema simple, de sentido común de producción y consumo, eficiente y sostenible: devuelva el valor que toma, y tome solo el mínimo que necesita.

¿Nos acerca la tecnología hacia el modelo de salud circular?

¿Puede un sistema de salud ser circular?

¿Son viables los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030?

¿Está la tecnología de la salud abierta a la circularidad?

Como establecen las directrices de la OMS de 2018, “La economía circular de nuestros planes de negocios de tecnología de la salud debe buscar un crecimiento sostenido en el tiempo basado en modelos de negocios sostenibles”. (OMS, 2018)

En otras palabras, “diagnóstico temprano, optimización de las jornadas de los pacientes y evidencia mejorada de los resultados de la atención médica del mundo real” (OMS, 2018).

Debemos, pues, cambiar de dónde venimos, de un modelo en esencia “lineal”  (tomar, hacer, desechar) y empezar a movernos hacia un modelo circular, en el que (1) renovar, (2) rehacer y (3) compartir toman el protagonismo.

Cierto es que si (1) renovamos aprendiendo de las mejores prácticas, (2) rehacemos reciclando lo que ya funciona y (3) lo hacemos compartiendo, llegaremos al propósito de lo que hasta hace poco era inconcebible: la realización de un modelo de salud circular.

Si bien, para que ello se materialice es necesario tomar acción, desechar hábitos que ya no aplican para dar cabida a nuevas acciones que nos brindaran, con la consolidación del nuevo modelo que fomente, una Medicina preventiva de alta calidad, el acortamiento de la ventana terapéutica de los pacientes y una consecución de mejores resultados de salud.

Renovar

Dentro de las Soluciones de Economía Circular (ACES) tangibles, se debería de poder priorizar esos tres conceptos básicos al crear una estrategia de salud circular: (1) los Indicadores de Desempeño Sostenible (SPI), (2) la certificación de los estándares de circularidad y (3) la escalabilidad o, en otras palabras, pensar en grande.

Para hacer esto, debemos pasar de usar únicamente Indicadores Clave de Rendimiento (KPI) para rastrear el retorno de nuestra inversión en salud, a usar también Indicadores de Desempeño Sostenible (SPI). Adoptar indicadores multidimensionales es esencial para expandir los valores fundamentales de la economía circular, que incluirán medidas ambientales, sociales y económicas de sostenibilidad (Saeed & Kersten, 2017).

Los Indicadores de Desempeño Sostenible (SPI) constituyen una herramienta fácilmente implementable en nuestro día a día, ya sea en su consulta privada, hospital o servicio o área sanitaria. Se trata de definir y plantear SPI multidisciplinares en nuestros planes estratégicos de salud.

Así pues, establecer unos SPI multidisciplinares en su área de alcance podría ser un pequeño primer gran paso.

Ellos pueden derivar en un impacto en: productividad, ambientalidad, fisicalidad, calidad de vida (QoL), Años de Vida Ajustados por Calidad (QALY) y equidad. Si bien alcanzables a través del seguimiento remoto de pacientes, el Big Data de salud o la telemedicina vehiculizada por inteligencia artificial y metaverso.

En otras palabras, configure KPI para medir los datos cuantitativos, pero recuerde también los KPI de sostenibilidad: SPI.

Es bien sabido que los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 (ODS 2030) promueven acciones “justas, basadas en derechos, equitativas e inclusivas” para superar las barreras actuales y promover la expansión, el desarrollo social y la protección ambiental para todos (Asamblea General, 2015). Y si queremos impulsar el progreso hacia la equidad en salud debemos centrarnos en ayudar a facilitar el acceso universal a una salud de alta calidad.

Las estrategias de atención de salud implementadas a través de realidad virtual son un ejemplo de ello.

Además, debemos apremiar para garantizar la equidad en coberturas más amplias e inclusivas en el campo de la salud para lograr una sostenibilidad equitativa, teniendo en cuenta factores situacionales como el lugar donde las personas crecen, viven y trabajan a medida que envejecen (Pacific., 2019).

Los ODS reconocen la importancia de hacer un seguimiento de la equidad y monitorear su progreso.

Un ejemplo de ello son los Mapas Interactivos de Vulnerabilidad Social (SVuI Interactive Maps), que proporcionan una instantánea de la vulnerabilidad de salud pronosticada de una región. Tal es el caso del mapa interactivo de EE. UU. proporcionado por la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades (ATSDR) (ATSDR, 2018).

La vulnerabilidad social se refiere a los posibles efectos negativos en las comunidades causados por tensiones externas sobre la salud humana. Tales tensiones incluyen desastres naturales o provocados por el hombre, o brotes de enfermedades. Reducir la vulnerabilidad social puede disminuir tanto el sufrimiento humano como las pérdidas económicas.

¿Busca usted la validación de sus estándares de sostenibilidad?

Pensando en la noción de la economía circular, debe obtener la validación de los estándares oficiales de sostenibilidad. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas (Asamblea General, 2015) podrían ser un buen punto de partida.

¿Ya ha comenzado a enfocar su servicio de salud en la circularidad y establecer alianzas colaborativas (industria, ONG y salud pública) con el mismo propósito social?

Es un ejercicio de construir sobre lo ya construido, renovar.

Cuanto más alto apunte desde el principio, más fácil será renovar para escalar. Por ello, adoptar las reglas del país es importante, pero también es importante estar alineado con los estándares globales.

Esto sería, por ejemplo, buscar validaciones oficiales utilizando herramientas como la certificación de una Corporación de Acreditación B-CORP para hacer un autoanálisis de la salubridad de tu institución de salud.

O únase a la herramienta SDG Action Manager, construida por Naciones Unidas para poder hacer un seguimiento de la contribución de las organizaciones a los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Hacer esto puede ser una victoria rápida para su hospital o servicio. Pero también necesita diferenciar su servicio hacia la sostenibilidad, que, traducida al lenguaje sanitario, significa diagnóstico precoz, prevención y predicción en la mayoría de los casos.

La circularidad también podría significar construir o producir bajo demanda y adoptar políticas de salud basadas en la transparencia, la confiabilidad y el sentido de propósito común.

Rehacer

Se ha iniciado el proceso de desmaterialización de la salud.

Tanto es así que la mayoría de los datos de salud ya se han desmaterializado, han pasado del papel al ecosistema digital.  Si bien este proceso es esencial para que algunas herramientas de inteligencia artificial de vanguardia se puedan aplicar.

Además se establece una necesidad de “aumentar significativamente la disponibilidad de datos de alta calidad, oportunos y confiables, desglosados por ingreso, género, edad, raza, etnia, estatus migratorio, discapacidad, ubicación geográfica y otras características relevantes en contextos nacionales”, especialmente para los pequeños estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados (OMS, 2020).

¿Debemos con ello transferir el poder de decisión al paciente?

Una nueva economía circular del dato de la salud en la que los pacientes puedan monetizar su propia salud y decidir qué, cuándo y dónde compartir a través de su propiedad de Tokens No Fungibles (Non Fungible Tokens NFT).

Más que nunca, debemos de poder proporcionar las mejores herramientas de: telesalud, diagnósticos compatibles con Inteligencia Artificial (AI), plataformas de seguimiento de pacientes crónicos, herramientas de pronóstico y predicción mejoradas de fase aguda, cirugías robóticas de precisión, etc. Y con estas herramientas facilitar la práctica diaria del médico elevada a un siguiente nivel.

Uso de conjuntos de datos agregados en el modelo antiguo. Impacto en los estándares de seguridad de datos y blockchain de Electronic Health Records (EHR).

El Programa de Transformación de la Salud es una de las prioridades incluidas en los objetivos de la Visión 2030 de Arabia Saudita, mediante una mayor digitalización e innovación en el sector de la salud (Programas, 2021). El programa tiene como objetivo transformar el sector de la salud del Reino para que sea más completo, eficiente e integrado. Se desea un nuevo sistema centrado en los valores, la transparencia y la circularidad, fomentando la salud pública y la prevención. La intención es ampliar la cartera de servicios de salud electrónica y soluciones digitales, así como mejorar la calidad de los servicios de salud.

Para finales de 2025, el Reino quiere que el 100 por ciento de la población esté cubierta por el sistema unificado de EHR y el 88 por ciento de la población, incluidas las de las zonas rurales, cubierta por servicios de salud inclusivos (Programas, 2021).

En España disponemos de la Historia Clínica Digital del Sistema Nacional de Salud (HCDSNS) vehiculizada por el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA).

Y así pues, debemos capitalizar los algoritmos que ya funcionan junto con los blueprints que permiten los nuevos sistemas de salud, que procesan información en torno a un determinado paciente con su propia condición clínica.

La reutilización de la información es el nuevo estándar, pues ello nos acercará a un futuro modelo sanitario más circular.

Y el futuro de la salud nos trae esperanza.

Compartir

Los sistemas de salud que aborden el desafío de compartir lo harán bien.

Así pues, Canadá se puede establecer como innovador, presentando algunas prácticas ejemplares ya que ha adoptado recientemente estándares internacionales, como la Clasificación de Intervenciones en Salud (CCI), Digital Imaging and Communications in Medicine (DICOM), Health Level 7 (HL7) (O’Connor, 2017), y otros que facilitan el camino para que las instituciones canadienses de tecnologías de la información (IT) para la salud desarrollen productos igualmente potenciales y escalables (Perspective, 2018). Tal es el caso de Esight, una healthtech canadiense con un dispositivo de anteojos patentado que ayuda a las personas con pérdida de visión a recuperarla y, debido a que es un dispositivo no quirúrgico, con los marcos paraguas la adopción de la tecnología es fácil de compartir.

En esta misma línea, por ejemplo, Canadian BlueDot promueve la Medicina preventiva con un impacto directo en la circularidad de la atención médica. Está potenciando las respuestas al riesgo de enfermedades infecciosas utilizando inteligencia humana y artificial para predecir brotes. Tiene un historial de evaluación precisa del riesgo de brotes, prediciendo en 2016 la propagación del virus Zika a Florida seis meses antes de los informes oficiales, y, en COVID-19, prediciendo con precisión ocho de las primeras diez ciudades en importar el nuevo coronavirus.

Por lo tanto, la computación cuántica puede brindarnos compartir pronósticos y pronósticos de atención médica precisos y precisos.

Esta es una ventaja completamente nueva para la Medicina predictiva, el diagnóstico temprano y los planes de transparencia de contingencia de costos que terminarán impactando en todo el ciclo de la veconomía circular y finalmente permitirán la sostenibilidad en el cuidado de la salud.

La praxis clínica compartida con el aprendizaje automático (Machine Learning ML) y la computación cuántica (Quantum Computing QC) ya está emergiendo como Quantum Machine Learning (QML). La computación cuántica aumenta la cantidad de variables de cálculo que pueden manejar las máquinas, lo que permite tomar decisiones de salud inteligentes más rápidas, ¿puede ser que ello nos ayude a hacer frente a los nuevos desafíos en el campo de la salud?

Todavía queda trabajo por hacer para unir lo mejor de las dos tecnologías de aprendizaje automático y computación cuántica. Sin embargo, realmente debemos confiar en todas estas nuevas tecnologías, ya que están mejorando a la velocidad de la luz y asegurando cada vez más su adopción.

Estas tasas de alta velocidad de aprendizaje profundo y aprendizaje autónomo nos permitirán manejar e interpretar grandes cantidades de datos aislados y no estructurados para mejorar nuestra toma de decisiones y avanzar en los tratamientos y procesos médicos.

Entonces, lo primero es lo primero, el mundo y el futuro de la salud, vehiculizado por tecnología no se construirán en un solo período disruptivo.  Es una cuestión de visión a largo plazo, de adopción continua de habilidades y de aprender haciendo.

Y repito, necesitamos crecer como comunidad. Más que nunca, debemos ser generosos con nuestros compañeros, compartir nuestras buenas prácticas y aprender de otros, y apoyarnos para consolidar este entorno sanitario del futuro.

Hay espacio para todos nosotros, así que ayudémonos unos a otros.

Creo que estamos presenciando un cambio en el modelo vehiculizado por la tecnología de la salud hacia un concepto de clusters inteligentes por patología, y esto significa alianzas paraguas y asociaciones.

En última instancia, se trata de entablar colaboraciones con todos los actores involucrados en el ecosistema, sobre todo con las autoridades sanitarias y los reguladores. Realmente los necesitamos para adoptar la innovación, y para evitar la fragmentación del modelo lineal del pasado.

Hay que recordar que estamos en el proceso de transformar la vanguardia de los sistemas de salud. En el que un modelo emergente de telesalud integrado basado en la nube se vuelve esencial para permitir este nivel de agilidad y generar un valor incremental.

Soluciones compartibles y escalables, si bien los proveedores de salud también necesitan integrar la capacidad de escalar a los servicios de acuerdo con los picos y valles de uso a medida que fluctúan, de modo que puedan responder en tiempo real en función de la capacidad de camas, el ancho de banda del médico y la demanda de los pacientes.

Crecemos y hacemos crecer nuestros servicios y los nuevos modelos de salud, renovando, rehaciendo y compartiendo.

Recuerde: Nosotros en nuestro día a día dentro de la tríada: (1) el sector público,  (2) privado y (3) los organismos no gubernamentales (ONG), presionamos y tiramos por la innovación, pues debemos considerar el ecosistema: comprender que los objetivos de los tres grupos de salud pueden alinearse y hacer que la circularidad suceda

Nota: Artículo adaptado del libro “Healthtech Innovation. How Entrepreneurs Can Define and Build the Value of Their New Products” por Silvia Micalo (Editorial Routledge octubre 2022).

https://routledge.pub/HealthTechInnovation

Correo electrónico:
silvia.micalo@sunshineoxygen.com

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