Cierto es que estamos en el camino en el que la prevención y la sostenibilidad van de la mano.
Es más, estamos viviendo el inicio de la consolidación del nuevo ecosistema de la salud 5.0, donde la nueva normalidad es “no dejar ningún paciente atrás”.
Este es un ecosistema donde los humanos están en el centro, empoderados por la tecnología.
La economía circular impulsa la sostenibilidad en este nuevo ecosistema de salud, lo que significa que un paciente autónomo y empoderado obtiene un diagnóstico temprano y medidas de prevención clave en lugar de depender de intervenciones costosas y tardías.
La idea es simple: no hay carga de patología si no ocurre ninguna patología.
Así pues, sobre la no-patología recae la sostenibilidad que pasa por el diagnóstico temprano y mejor pronóstico de esta, requiriendo de dispositivos inteligentes que permiten el seguimiento a tiempo real de patologías crónicas, empoderando a los pacientes y prediciendo situaciones agudas.
Tanto es así que en ningún momento el paciente ha sido tan responsable de mantener y mejorar su propia salud y calidad de vida. ¿Y será la tecnología la que les permita hacerlo? La Medicina predictiva y preventiva se está convirtiendo en la fuerza principal del movimiento de sostenibilidad, y debemos abrir las puertas a la tecnología de la salud para que empuje a los sistemas de salud a prosperar. Recayendo esta labor sobre cada uno de nosotros.
Por fin, el ciudadano sano es el primer agente de sostenibilidad. Y nosotros, los actores de la salud, somos los protagonistas de la consolidación de un modelo sostenible y circular. ¿Llegamos a tiempo?
Por supuesto, aunque hasta ahora ha habido poca sostenibilidad en el cuidado de la salud. Para volvernos sostenibles, debemos ser inteligentes: invertir sabiamente los recursos y preservar el empoderamiento de los pacientes. En otras palabras, esto significa que debemos apoyar y permitir (1) la auto-derivación, (2) el cambio de comportamiento, (3) el autodiagnóstico basado en datos, (4) el manejo personalizado, (5) la recopilación de historiales clínicos electrónicos y (6) el autocuidado habilitado por Inteligencia Artificial.
¿Y cómo se hace todo esto? Desde mi punto de vista, elevando al paciente y posicionándolo como el máximo gestor y decisor de su condición médica y de salud.
En esencia, debemos ser capaces de apoyarnos en las nuevas tecnologías para transmitirle de forma entendible información genuina y fiable que le permita comprender su condición médica y tomar sus propias decisiones. Y no solo ello sino también garantizando la propiedad de sus datos: Non Fungible Tokens (NFT), permitiéndole acceder a ellos en cualquier momento y hacerles seguimiento, incluso decidir sobre su monetización donándolos o vendiéndolos a investigación o terceros según se considere.
Pues, apoyar y permitir el empoderamiento de nuestros pacientes enfatiza una visión global del presente y futuro de la tecnología de la salud basada en la sostenibilidad y la economía circular. Y por encima de todo el respeto por el paciente.
Somos los impulsores principales del nuevo panorama de la atención médica y de su elevación al siguiente nivel, el circular. Siendo el lograr una economía circular dentro de la arquitectura del modelo de atención médica ya una realidad. De hecho, este ha sido un objetivo para la Organización Mundial de la Salud desde 2018, y es uno de los pilares de las directrices actuales de la UE.
A diferencia de una economía lineal tradicional, que toma los recursos naturales, los convierte en productos y luego los elimina como desechos, la economía circular cierra el ciclo, diseñando productos desde el principio que están destinados a ser reutilizados, reciclados y redistribuidos dentro de la economía de la salud para alcanzar los objetivos de cambio climático y sostenibilidad.
La tecnología de la salud está impactando en todo el ecosistema de atención médica al reducir los costes, tanto financieros como humanos, de avanzar en este futuro sostenible. Automatizando las decisiones que los profesionales sanitarios puedan tomar en menos de 2 minutos permite ya disponer más tiempo para el paciente y elevar el nivel de atención sanitaria.
Pues bien, la atención presencial, virtual o híbrida del paciente pasan a ser normales. Aplicadas indistintamente siendo lo más importante el papel que se desarrolla detrás de cada interacción con el paciente, humanizando las decisiones de los algoritmos, sin ninguna duda: el papel del médico.
Estamos rompiendo con la conocida economía vertical de recoger, producir y consumir. Por lo tanto, debemos esforzarnos por crecer de manera sostenible, dentro de un modelo de salud sostenible, mientras operamos en un ecosistema digital ilimitado.
El concepto de economía circular ofrece una vía para el crecimiento sostenible, permitiendo la coexistencia de la buena salud del paciente, y la carga de trabajo óptima para el profesional sanitario, al mismo tiempo que protege el medio ambiente y sus recursos naturales.
Al plantearnos cómo podría implementarse la economía circular apoyada por healthtech, surge una batería de conceptos como globalización, reciclaje y sostenibilidad que, a primera vista, parecen no tener nada que ver con el cuidado de la salud.
Sin embargo, la economía circular en la que deberíamos basar nuestros modelos de salud no es más que un modelo simple y de sentido común de producción y consumo eficiente y sostenible: devuelve el valor que tomas y toma solo lo mínimo que necesitas.
Lo que enfatiza el diagnóstico temprano y la mejora de resultados de salud vehiculizados por tecnología como la base de esta circularidad. El primero ayudado a veces por ejemplo por disciplinas como las omics y el segundo ayudado en algunos casos por el monitoreo de pacientes a tiempo real.
A veces es tan sencillo como facilitar el acceso a subpoblaciones más desfavorecidas trasladando la atención sanitaria que el paciente recibió en el hospital hasta llegar al propio domicilio integrando el cuidado de la salud en su estilo de vida entendiéndolo como un enfoque holístico.
E incluso yendo más allá siendo el propio paciente el sitio de recepción de la atención sanitaria vehiculizada por el Internet de las Cosas (Internet of Medical Things IoMT e Internet of Medical Beings IoMB) preservando por encima de todo al máximo la Calidad de Vida (CdV) y estilo de vida del paciente o más conocido como lifestyle a través de wearables, e-tattoos, smart-mirrors y otros dispositivos médicos.
Como establecen las directrices de la OMS de 2018, la “economía circular de nuestros planes de negocio de tecnología de la salud debe perseguir un crecimiento sostenido en el tiempo basado en modelos de negocio sostenibles. En otras palabras, (1) diagnóstico temprano, (2) optimización de la jornada de los pacientes (o patient journey) y (3) evidencia mejorada del mundo real (improved Real World Evidence RWE) de los resultados de la atención médica” (OMS, 2018).
Nuestro ecosistema de la salud, vehiculizado por healthtech, debe priorizar esos tres conceptos básicos por encima de todo al formar su estrategia de crecimiento sostenible y sostenido en el tiempo. Para hacer esto, debemos pasar de usar únicamente indicadores clave de rendimiento (Key Performance Indicators KPI) para rastrear el retorno de las tecnologías, a usar también indicadores de rendimiento de sostenibilidad (Sustainable Performance Indicators SPI) en nuestros departamentos de salud, hospitales y proveedores de salud.
Así, la adopción de indicadores multidimensionales es esencial para expandir los valores fundamentales de la economía circular, que incluirán medidas ambientales, sociales y económicas de sostenibilidad (Saeed & Kersten, 2017).
Los indicadores de vulnerabilidad social (SVuI), a su vez, pueden impactar la capacidad de atención de la cobertura universal y su sostenibilidad. Existen ejemplos de su uso como es el caso de la geolocalización de la salud con herramientas Healthtech, que brindan una foto instantánea de la vulnerabilidad de salud pronosticada de una región determinada. Tal es el caso del mapa interactivo de EE. UU. proporcionado por la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades (ATSDR) (ATSDR, 2018).
Estos indicadores los puedo adoptar de forma inmediata en mi hospital, clínica o consulta privada, centro de salud, o centro de trabajo en salud.
Y continuando con el concepto de economía circular, esta debe estar alineada con los estándares oficiales de sostenibilidad. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 de las Naciones Unidas (Asamblea General, 2015) podrían ser un buen punto de partida.
Enfocar un departamento de salud en la sostenibilidad y el crecimiento sostenido, vinculando a colaboraciones público-privadas con el mismo propósito, es un ejercicio de construir sobre lo ya construido.
Hacer esto puede ser una victoria de salud digital rápida para su centro o departamento. Si bien, necesita también diferenciar su spot de healthtech por la sostenibilidad, que, traducida al lenguaje sanitario, significa diagnóstico precoz, prevención y predicción en la mayoría de los casos. La sostenibilidad también podría significar construir o producir bajo demanda y adoptar políticas de comunicación basadas en la transparencia, la confiabilidad y el sentido de propósito común (Gennari & Navarro, 2019).
Para ello, no es necesario pensar en proyectos faraónicos, a veces es empezar con pequeños pasos, quizás un primer paso pueda ser la creación de una sala de urgencias inteligente.
Pues la sostenibilidad del modelo sanitario depende de cada uno de nosotros.
Sin embargo, el cambio, particularmente la innovación en torno a la salud puede fácilmente causar miedo y preocupación si no se comprende bien. De hecho, los sistemas de salud que operan en los países desarrollados como el nuestro enfrentan grandes barreras para la implementación y difusión de iniciativas novedosas (Berwick, 2003).
Necesitamos estar abiertos a la adopción temprana de productos y soluciones healthtech de vanguardia y ad-hoc atendiendo a las necesidades de nuestra región, pues la sostenibilidad de los modelos de salud depende de ello.
Es el caso de la computación cuántica que brinda predicciones y pronósticos de atención médica precisos y personalizados. Esta es una ventaja completamente nueva para la Medicina predictiva, el diagnóstico temprano y consecuentemente para los planes de contención del gasto sanitario que derivarán impactando en todo el ciclo de la economía circular y finalmente permitirán la sostenibilidad en el ecosistema de la salud.
A veces, se necesita empuje en la fase de implementación. Ya es bastante retador poner en marcha la iniciativa de transformación digital en toda la corporación de atención médica, y agregar a esto el tiempo que lleva hasta que la tecnología esté completamente integrada y operativa aún lo complica más. Lo que lleva a que nos podamos preguntar si es necesario o no simplemente empezar.
Aunque si nos apartamos y lo observamos con visión de helicóptero y nos presentamos proyectando hacia el futuro, integrar healthtech en nuestras corporaciones sanitarias no solo nos permitirá crecer de forma sostenida, sino crecer en base a la sostenibilidad.
Esto significa tener en cuenta la sostenibilidad no solo cuando la necesitemos sino siempre para poder sobrevivir como servicio de salud.
Los servicios de salud que integren soluciones healthtech que aborden los desafíos actuales están preparados para el futuro. Por ejemplo, existen soluciones que actualmente promueven la Medicina preventiva con un impacto directo en la sostenibilidad de la atención médica. Es el caso de soluciones que potencian las respuestas al riesgo de enfermedades infecciosas, utilizando inteligencia humana y artificial para predecir brotes. Existiendo ya un historial de evaluación precisa del riesgo de brotes, como el de la propagación del virus Zika a Florida seis meses antes de los informes oficiales en 2016 y en COVID-19, prediciendo con precisión ocho de las primeras diez ciudades en importar el nuevo coronavirus.
En Europa, la estrategia de la Red de Agencias Europeas de Medicamentos para 2025 describe seis áreas de enfoque prioritarias:
1) disponibilidad y accesibilidad de medicamentos,
2) análisis de datos, herramientas digitales y transformación digital,
3) innovación,
4) resistencia a los antimicrobianos y otras amenazas emergentes para la salud,
5) suministro-desafíos de la cadena,
6) sostenibilidad de la red y excelencia operativa (Agencia, 2021) (Comisión, 2020), estando todas ellas vinculadas a un enfoque circular.
El Programa de Transformación de la Salud es una de las prioridades incluidas en los objetivos de la Visión 2030 también, por ejemplo, de Arabia Saudita, consistente en empujar una mayor digitalización e innovación en el sector de la salud (Programas, 2021). El programa tiene como objetivo transformar el sector de la salud del reino para que sea más completo, eficiente e integrado. Se desea un nuevo sistema centrado en los valores, la transparencia y la sostenibilidad, fomentando la salud pública y la prevención. La intención es ampliar la cartera de servicios de salud electrónica y soluciones digitales, así como mejorar la calidad de los servicios de salud.
Y volviendo a la pregunta en el inicio de este artículo ¿Cómo construimos un sistema de salud sostenible?
La idea es simple: no hay carga de patología si no ocurre ninguna patología.
Esta es una cuestión de nuestra época que podemos abordar incorporando la tecnología de la salud en nuestros micro-entornos.
Recuerde: Somos nosotros los protagonistas que marcamos el camino en nuestro día a día hacia la consolidación de un modelo de salud sostenible. Cierto es que, ¿la anticipación y el diagnóstico temprano serán parte integral de la economía circular del futuro?
Nota: Artículo adaptado del libro “Healthtech Innovation. How Entrepreneurs Can Define and Build the Value of Their New Products” por Silvia Micalo
https://routledge.pub/HealthTechInnovation
Correo electrónico: silvia.micalo@sunshineoxygen.com
The post ¿Estamos en el camino hacia un ecosistema de salud sostenible? appeared first on El médico interactivo.
from El médico interactivo https://ift.tt/7Bzr96A
0 comentarios:
Publicar un comentario