“El médico de familia puede realizar el diagnóstico de una adicción y proporcionar tratamiento de primera línea”, comenta Fernando Caudevilla, portavoz del Grupo de Trabajo de Intervención en Drogas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. “También puede derivar a la persona a un dispositivo o a un programa de tratamiento especializado, si es necesario. Igualmente, proporciona apoyo y orientación a la persona en recuperación, y realiza el seguimiento del progreso y la recuperación a largo plazo”, añade. En los últimos 20 años, Fernando Caudevilla ha participado en distintas actividades de atención directa, investigación, formación y divulgación relacionadas con las adicciones y las drogas. Una parte importante de esta labor profesional ha estado vinculada a la ONG Energy Control (ABD) (www.energycontrol.org).
¿Cómo definiría la situación general en España, especialmente después de la pandemia?
Es difícil hacer una evaluación precisa de la situación general de las adicciones en España después de la pandemia. La información y los datos disponibles pueden variar y no estar completamente actualizados; sin embargo, algunos estudios han sugerido que la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto negativo en la salud mental y el bienestar de las personas, y ha contribuido a un aumento de los problemas de adicciones. Por ejemplo, se ha observado un aumento en el consumo de alcohol durante la pandemia, así como un incremento en el uso de drogas y medicamentos recetados para manejar el estrés y la ansiedad relacionados con la pandemia. También es importante tener en cuenta que esta crisis sanitaria ha tenido un impacto en el acceso y la disponibilidad de servicios de tratamiento y apoyo para las personas con adicciones. Algunos servicios de tratamiento han tenido que cerrar temporalmente o hacer cambios en cómo proporcionan atención debido a las restricciones. En general, es importante seguir monitoreando la situación de las adicciones en España, y tomar medidas para garantizar la asistencia de las personas con este tipo de problemas.
¿Cómo ha afectado?
Sabemos que la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto importante en las personas con adicciones. Muchas han experimentado un aumento en el estrés y la ansiedad debido al aislamiento social y la incertidumbre económica y laboral, lo que puede aumentar el riesgo de recaídas o el inicio de nuevas adicciones. Además, en muchas ocasiones han tenido dificultades para acceder a los servicios de tratamiento debido a la cancelación o el cierre temporal de programas de tratamiento y a la reducción de la disponibilidad de opciones de tratamiento en persona debido a las restricciones de distanciamiento social, como ya se ha comentado. La pandemia también ha afectado a las personas con adicciones que están en tratamiento o que han completado un programa de tratamiento, ya que muchas de ellas han perdido el apoyo y la estructura que proporcionan los grupos de apoyo y las actividades de recuperación en persona. Esto puede dificultar la mantención de la sobriedad y el mantenimiento del progreso en la recuperación. En general, la pandemia ha sido un desafío adicional para las personas con adicciones y ha requerido adaptaciones y ajustes en los programas de tratamiento, así como en la forma en que se brinda apoyo a las personas en recuperación. Otro aspecto llamativo es la resiliencia de los mercados de drogas durante los últimos años. No ha habido variaciones significativas en la calidad, el precio o la disponibilidad de las sustancias fiscalizadas ni en los peores tiempos del confinamiento.
¿Qué papel juega la Atención Primaria y el médico de familia en el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento del paciente con adicciones?
El médico de familia tiene una responsabilidad especial en el cuidado de estas personas, ya que suele ser el primer profesional al que acuden. También es quien tiene un conocimiento más profundo de la salud y el historial médico del paciente. Además, puede realizar el diagnóstico de una adicción y proporcionar tratamiento de primera línea, como medicamentos para la desintoxicación y el tratamiento de síntomas de abstinencia. Puede derivar a la persona a un dispositivo o a un programa de tratamiento especializado, si es necesario. También puede proporcionar apoyo y orientación en la recuperación, y realizar el seguimiento del progreso y la recuperación a largo plazo.
¿Cómo es la comunicación con otras entidades?
Es importante que la Atención Primaria y el médico de familia trabajen de forma colaborativa con otros profesionales de la salud y con servicios de tratamiento especializados para proporcionar un enfoque integrado y de atención continua a las personas con adicciones. Esto puede ayudar a garantizar que se reciba el tratamiento adecuado y el apoyo necesario para alcanzar y mantener la sobriedad a largo plazo. Evidentemente, todo esto sucede en un mundo ideal en el que el médico de familia cuenta con una carga asistencial adecuada para poder asumir este trabajo. La situación actual de sobrecarga y desprecio institucional no invita al optimismo.
¿Cómo es el perfil medio de paciente con adicciones que llega a la consulta del centro de salud?
Es difícil definir un perfil medio de paciente con adicciones que acude a la consulta de un centro de salud. Las adicciones pueden afectar a personas de todas las edades, géneros y niveles socioeconómicos. Algunas personas con adicciones pueden tener una historia de tratamiento previo y estar en recuperación, mientras que otras pueden estar en una etapa temprana y no haber recibido tratamiento previamente. Las características de cada sustancia (alcohol, tabaco, cocaína, opiáceos, benzodiacepinas, cannabis, etc.) dan lugar a patrones clínicos diferentes. En general, es necesario recordar que cada persona con adicciones es única y tiene sus propias necesidades y circunstancias individuales. Por lo tanto, es importante que se proporcione una atención personalizada y adaptada a las necesidades específicas de cada paciente, independientemente de su perfil o historial de adicciones.
¿Cómo es la relación del médico del primer nivel asistencial con el resto de agentes que también se encargan de los cuidados de una persona con adicción?
El objetivo de todos es garantizar una atención integral y coordinada. El médico de familia puede trabajar de forma colaborativa con otros profesionales de la salud, como enfermeros, trabajadores sociales, profesionales de la red de Salud Mental y la red de adicciones, para proporcionar un enfoque integrado y de atención continua a la persona con adicción.
¿Y cómo debería ser esa relación?
La relación entre el médico de familia y el resto de agentes debería ser una relación de colaboración y apoyo mutuo, en la que se comparte información y se trabaja juntos para proporcionar la mejor atención posible al paciente. Esto puede incluir la realización de reuniones periódicas para discutir el progreso y los planes de tratamiento, la comunicación regular y el intercambio de informes y registros clínicos.
¿Qué aspectos deben mejorar?
La comunicación y la coordinación entre los diferentes agentes y servicios de atención son aspectos que podrían mejorar en esta relación. A veces, puede haber problemas de coordinación entre diferentes servicios y profesionales, lo que puede dificultar la atención continua y coherente del paciente. Por lo tanto, es importante trabajar para mejorar la comunicación y la coordinación entre los diferentes agentes para garantizar que el paciente reciba una atención continua y de calidad.
¿De qué manera nos ha cambiado la utilización cotidiana de los dispositivos electrónicos?
La utilización cotidiana de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, tabletas y ordenadores, ha cambiado significativamente la forma en que nos comunicamos e interactuamos con el mundo en los últimos años. Estos dispositivos nos proporcionan acceso inmediato a una gran cantidad de información y nos permiten estar conectados con otras personas de manera muy conveniente. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que el uso excesivo o indebido de estos dispositivos puede tener consecuencias negativas en la salud física y mental. Algunos estudios han demostrado que el uso excesivo de dispositivos electrónicos puede estar relacionado con problemas de sueño, fatiga ocular, dolor de cuello y espalda, y aumento del estrés y la ansiedad.
¿Cuándo debemos preocuparnos por un uso indebido de los dispositivos electrónicos?
Depende de cada persona y de sus circunstancias individuales. Debemos fijarnos en si el uso de estos dispositivos está interfiriendo con la vida diaria y la capacidad de la persona para realizar otras actividades importantes, como el trabajo, el estudio o las relaciones sociales. Si este es el caso, es posible que sea necesario evaluar el uso de los dispositivos y tomar medidas para reducir su uso o encontrar maneras más saludables de utilizarlos.
¿Realmente hay problemas graves en las generaciones más jóvenes?
Es difícil hacer una afirmación generalizada. Algunos estudios han sugerido que las generaciones más jóvenes pueden tener un mayor riesgo de desarrollar problemas de adicción a Internet o a los dispositivos electrónicos, ya que han crecido con el uso más extendido de estos dispositivos; sin embargo, la mayoría de las personas jóvenes no tiene problemas con el uso de dispositivos electrónicos y mucha gente de todas las edades utiliza estos dispositivos de manera saludable. Por lo tanto, es necesario evaluar el uso individual de los dispositivos electrónicos y tomar medidas para asegurar un uso saludable y equilibrado, como ya he comentado. Muchos de los estereotipos que se lanzan actualmente hacia las nuevas tecnologías son los mismos que se tenían hace treinta años hacia la TV (“caja tonta”).
¿Cómo es la formación del médico de familia en relación con los problemas y las necesidades de las personas con adicciones?
En líneas generales, la formación incluye una educación en el diagnóstico y el tratamiento de una amplia gama de problemas de salud, incluyendo las adicciones. Suele recibir entrenamiento en el manejo de adicciones durante su formación médica, incluyendo la identificación de signos y síntomas de adicciones, la realización de evaluaciones y la recomendación de tratamientos y opciones de intervención. El programa formativo de Medicina Familiar y Comunitaria incluye contenidos específicos sobre drogodependencias con nivel de responsabilidad primario que, al menos en teoría, garantizan una adecuada formación.
¿Y desde Primaria hacen algún tipo de investigación relacionada con estos temas?
Existen programas de investigación e intervención, pero no tengo datos sobre investigaciones en la actualidad.
¿Hay información de problemas de adicción entre los médicos? Habitualmente se tratan a través del programa Paime, pero ¿es habitual que un médico con algún tipo de adicción pida consulta?
Sí, hay evidencia de que los médicos pueden enfrentar problemas de adicción a sustancias y comportamientos. Algunos estudios han sugerido que los médicos tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de adicción a sustancias como el alcohol, las drogas y los medicamentos recetados, así como de adicciones comportamentales, como el juego o el trabajo excesivo. Los factores de riesgo para el desarrollo de adicciones en los médicos pueden incluir el estrés laboral, el acceso fácil a sustancias y medicamentos, y la presencia de trastornos mentales o de salud emocional previos. Los médicos también pueden tener dificultades para buscar ayuda o tratamiento debido a la preocupación por la privacidad y el impacto en su carrera profesional. Son seres humanos y pueden enfrentar problemas de adicción como cualquier otra persona; por lo tanto, necesitan un ambiente de apoyo y acceso a opciones de tratamiento.
¿Cómo se puede mejorar desde Atención Primaria el manejo del paciente con adicciones?
Desde la Atención Primaria hay varias maneras en las que se puede mejorar el manejo del paciente con adicciones. Por un lado, está la identificación temprana, que consiste en hacer una evaluación precoz y un diagnóstico preciso de las adicciones para poder proporcionar tratamiento oportuno y evitar la progresión del problema. Por otra parte, los médicos de familia pueden proporcionar tratamiento de primera línea con otros profesionales para proporcionar un enfoque integrado y de atención continua a estos pacientes.
¿Qué otras adicciones emergentes son preocupantes?
En nuestra formación continuada debemos tener en cuenta que las novedades en este campo son constantes. El médico de familia debe tener conocimientos básicos sobre fenómenos emergentes, como el chemsex y el cigarrillo electrónico. El chemsex es un patrón de consumo desadaptativo de sustancias altamente adictivas (metanfetamina, GHB, mefedrona) vinculado a la actividad sexual, sobre todo en varones homosexuales. Por su lado, debemos conocer el papel del cigarrillo electrónico como herramienta de reducción de daños y para dejar de fumar. Este es un tema tabú y demonizado entre organismos oficiales y sociedades científicas en España, lo que contrasta con las recomendaciones (entre otras) de las guías clínicas británicas de la NICE, revisiones Cochrane y recomendaciones de ministerios de Sanidad de países como Reino Unido, Canadá, Francia o Nueva Zelanda, entre otros
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