El paciente con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) insulinizado tiene un acceso más difícil a la innovación. Así se ha puesto de manifiesto durante el coloquio organizado por la Revista El Médico (Grupo SANED) con el apoyo de la compañía Abbott. Médicos, representantes de la Administración y de los pacientes han hablado de los principales avances y retos en relación con estas personas.
Antonio Pérez, presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED), ha hecho un perfil del paciente con diabetes tipo 2 insulinizado: “Suele tener edad avanzada, con una enfermedad de larga evolución, generalmente por encima de los diez años. Muchas veces tiene comorbilidades asociadas debido a la propia evolución de la diabetes. Además, cada vez habrá más proporción de pacientes con trastornos cognitivos”.
El manejo de la DM2 es complicado por las características personales del paciente y por la propia enfermedad, ha dicho Antonio Pérez. Su abordaje requiere, por una parte, más recursos de la Administración, y, por otro lado, el paciente necesita el apoyo del entorno social.
El presidente de la SED ha expuesto la problemática de los pacientes insulinizados: “Falta conciencia de las dificultades y las necesidades especiales que tienen estas personas. Debemos buscar las estrategias necesarias para que los profesionales sanitarios, el sistema sanitario y todos los implicados en su manejo seamos más conscientes de sus circunstancias”.
Según ha dicho, las necesidades de los pacientes con DM2 insulinizados son iguales que las necesidades de los pacientes con diabetes tipo 1. La cuestión es que los primeros tienen más riesgo de complicaciones a largo plazo y de padecer hipoglucemias. Por ello, este experto ha defendido “el acceso a la tecnología sanitaria en función del tratamiento del paciente, y no según el nombre de la enfermedad”.
El presidente de la SED y, en general, los asistentes al debate han coincidido al señalar tres aspectos fundamentales para el paciente con DM2 insulinizado: “El acceso a la innovación, la telemedicina y la educación diabetológica”.
Telemedicina eficiente
“Probablemente, los profesionales sanitarios tenemos que tomar conciencia de la necesidad de implicarnos en la gestión”, ha comentado Antonio Pérez. “Todos gestionamos recursos cuando estamos detrás de la mesa de un despacho, y debemos tener en cuenta los recursos disponibles. Las nuevas generaciones tendrán que entrar en esta dinámica para conseguir que la equidad sea un elemento fundamental de nuestro sistema sanitario”, ha añadido.
En su opinión, es necesario utilizar la telemedicina de una forma eficiente. Por ello, ha reclamado que todos los datos del paciente se recojan en la historia clínica, y ha pedido también la interoperabilidad de todos los sistemas.
Un aspecto que se debe corregir en la atención del paciente con DM2 insulinizado es la inercia terapéutica, según Antonio Pérez. “Muchas veces ni se optimiza la insulina basal. Se pone una dosis inicial de 10-12 unidades y se mantiene durante varios años. Debería ser una pauta transitoria, porque después es necesario avanzar”.
“Delante de un paciente mal controlado debemos intentar mejorar su situación y preguntarnos si realmente hemos hecho los esfuerzos suficientes para ofrecerle la asistencia que requiere”, ha añadido el presidente de la Sociedad Española de Diabetes.
Paciente pluripatológico
Por su parte, Javier Carrasco, del grupo de Diabetes de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), ha recordado que el paciente con diabetes insulinizado suele ser pluripatológico. “Hay que intentar hacer una valoración global de la persona y no solo del paciente con diabetes. El gran reto actual es evitar la fragmentación de la atención de estos pacientes. El acceso a la tecnología y esta nueva forma de atención deben adaptarse a sus necesidades”.
“No hay tecnología sin educación”
“La diabetes tiene suficiente peso específico por su prevalencia y por el alto coste sanitario que supone para el presupuesto anual”, ha dicho Noemí González Pérez de Villar, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital La Paz de Madrid. Además, es coordinadora del Grupo de Trabajo de Diabetes de la Sociedad de Endocrinología, Diabetes y Nutrición de Madrid (SENDIMAD).
“No hay tecnología sin educación”, ha dicho Noemí González. “La educación terapéutica empieza desde la prevención y debe ser coordinada. También debe haber equidad en la atención, así como equipos asistenciales sanitarios coordinados, sin fragmentación”, ha añadido.
“A los clínicos nos gustaría estar más implicados de una forma más activa en la planificación de los recursos y los planes de las diferentes CC. AA. a la hora de abordar la DM2, en concreto del paciente con insulina”, ha señalado.
Acceso a la innovación
De la accesibilidad también ha hablado Javier Díez Espino, presidente de la Fundación Red de Grupos de Estudio de la Diabetes en Atención Primaria de la Salud (RedGDPS). “Las personas con DM2 insulinizadas suelen tener varios problemas de salud y, por lo tanto, están polimedicadas. Muchas veces tienen también problemas psicológicos y sociales. Es fundamental el abordaje integral a través de equipos interdisciplinares.
La Atención Especializada, evidentemente, es fundamental, pero a este tipo de pacientes “polipatológicos” la mayor parte de las veces les atienden en Atención Primaria”. En este sentido, ha considerado necesario “coordinar la atención de estos pacientes”. En su opinión, en ese contexto de polipatología, el paciente con DM2 se encuentra con dos grandes problemas, que son la falta de adherencia al tratamiento y la inercia.
Para mejorar la adherencia, Antonio Pérez ha planteado la posibilidad de “facilitar la monitorización”. “Sería interesante que los pacientes diabéticos tipo 2 pudieran disponer de los sensores flash en momentos puntuales, sin necesidad de ser una monitorización continua. Ellos controlarían su glucemia y podría servirles de aliciente. La hiperglucemia no duele, pero cuando el paciente ve en el monitor que tiene 300 de glucemia, posiblemente se asusta y se pone la insulina”.
La brecha digital
Respecto a la tecnología, Javier Díez Espino ha dicho que se debe incorporar “con un análisis riguroso de la innovación y de una manera eficiente”. “Por otra parte, no sirve de nada tener unas grandes herramientas si luego no se pueden utilizar, bien porque no tengamos nosotros los recursos, bien porque nuestros pacientes no tengan acceso a la tecnología (brecha digital). Muchas veces es una cuestión económica, pero también puede ser por la edad y por la geografía”, ha añadido.
Reto asistencial y de gestión
En su intervención, María Asunción Martínez Brocca, directora del Plan Andaluz de Diabetes, ha planteado la posibilidad de “avanzar en el empleo de herramientas de visualización de la glucosa”. “En diabetes tipo 1 hemos aprendido que las herramientas de monitorización continua y monitorización intermitente nos han ofrecido una perspectiva diferente y han permitido que el paciente tomara decisiones mucho más acertadas. Probablemente, pueden resultar también de utilidad en personas con DM2, en pautas intensivas de insulina, con las peculiaridades que tiene esta población. Tendremos que analizar cómo hacerlo, en qué perfil y cuándo. Debemos valorar también qué posibilidades reales tenemos en función de la viabilidad y la sostenibilidad”, ha añadido.
Mejor control y calidad de vida
Según Concepción Gutiérrez, subdirectora de Atención Especializada de Extremadura, “el reto de la diabetes para los sistemas sanitarios debe abordarse desde la prevención”. “Tenemos que promover las políticas de Salud Pública y los hábitos de vida saludable, así como evitar la obesidad y el sedentarismo en la población. Es necesario hacer un énfasis especial en la población infanto-juvenil, porque cada vez nos encontramos más niños con sobrepeso y con DM2”, ha indicado esta especialista en Medicina Interna.
Las innovaciones tecnológicas y las nuevas terapias, sin duda, “van a mejorar el control y la calidad de vida de la persona con DM2 insulinizadas”. “También van a mejorar la comunicación entre el médico y el paciente. Además, van a conseguir que ese paciente se empodere, que conozca su enfermedad y mejore su autocuidado”.
“El paciente con DM2 está desasistido”
El más crítico con la situación del paciente con diabetes tipo 2 insulinizado ha sido Aureliano Ruiz, presidente en funciones de la Federación Española de Diabetes (FEDE). “Mientras no se demuestre lo contrario, voy a mantener que el paciente con DM2 está totalmente desasistido. Por el contrario, el tipo 1 está muy bien controlado y educado, salvo raras excepciones”.
“Cuando digo que el paciente con diabetes tipo 2 está desasistido me refiero a que solo se le recetan fármacos. No tiene acceso a programas específicos educativos, de prevención, ni a la tecnología. Estoy de acuerdo en que es una inversión, y no un gasto, y es cierto también que se trata de una cuestión económica”, ha dicho el representante de los pacientes.
“El paciente con diabetes tipo 2 usa tecnología solo en casos aislados. Oficialmente, el tipo 2 no tiene tecnología en ninguna comunidad autónoma, salvo excepciones puntuales. Junto con la tecnología, todos estamos de acuerdo en que la educación es primordial. Se ha comentado que el 40% de los pacientes no tiene adhesión al tratamiento, e igual hay que motivarles”.
Atención Primaria sí asiste al paciente DM2
La réplica a este comentario la ha hecho Javier Díez: “Es cierto que la atención a los pacientes es mejorable, pero día a día, desde hace más de 30 años, los profesionales de Atención Primaria están trabajando con los pacientes diabéticos. Los datos lo avalan, ya que la mortalidad y las complicaciones por esta enfermedad han disminuido, salvo en el caso del pie diabético. Además, los niveles de control metabólico y de otros factores de riesgo son comparables, sino mejores, a los de otros países de nuestro entorno, y eso a pesar de la carencia de medios endémica”.
También Concepción Gutiérrez ha rechazado la idea de la falta de asistencia al paciente DM2: “La diabetes tipo 2 no está desasistida, aunque posiblemente haya un infradiagnóstico que depende de muchos factores. Estamos trabajando para evitar la fragmentación en la asistencia sanitaria, y para ello hemos elaborado los procesos asistenciales integrales y multidisciplinares”, ha dicho la subdirectora de Atención Especializada de Extremadura
Uso racional de la innovación
“Teniendo en cuenta la situación económica actual y la sostenibilidad de los recursos sanitarios, hay que hacer una evaluación cuidadosa y un uso racional de todas las innovaciones”, ha dicho Concepción Gutiérrez. Una idea en la que todos han estado de acuerdo es que el objetivo es usar las mejores opciones en los pacientes que obtengan los mayores beneficios (resultados en salud). La colaboración de las administraciones sanitarias con los profesionales y las asociaciones de pacientes es necesaria para la priorización e implementación responsable de las innovaciones.
Situación actual del paciente con diabetes tipo 2 insulinizado
En España, aproximadamente un 25 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 2 requieren un tratamiento con insulina, según los datos de la Sociedad Española de Diabetes (SED). Cerca de un 40 por ciento de estas personas está en tratamiento con pautas más complejas, de dos o más dosis de insulina. “Esta situación dificulta el manejo de la enfermedad”, ha comentado Antonio Pérez, presidente de la SED.
“A pesar de recibir insulina, los pacientes con diabetes tipo 2 son los que tienen peor control glucémico. Solo un 25 por ciento, aproximadamente, estaría en objetivos”. Dentro de la complejidad de esta patología, ha destacado varios factores determinantes, como las características de los pacientes y su falta de formación, así como la inercia del sistema sanitario.
Antonio Pérez ha señalado que los pacientes con DM2 tienen más riesgo de desarrollar complicaciones tardías, en general. Además, son quienes requieren más recursos sanitarios, una atención más especializada, una mayor monitorización y más ingresos hospitalarios. También necesitan una adaptación del tratamiento a situaciones cotidianas (como hacerse una exploración que requiera un ayuno, por ejemplo).
Valoración integral
Por su parte, Javier Carrasco, de la SEMI, ha comentado que desde el punto de vista de la Medicina Interna se debe valorar “a un diabético en el contexto de otras enfermedades”. “Estas personas suelen tener una edad avanzada, con más tiempo de evolución de la diabetes y tienen otras patologías. Claramente, la afectación cardiaca, la afectación renal y la enfermedad arterial periférica están presentes en un gran porcentaje de los pacientes. Algunos tienen todas estas patologías. Por tanto, la principal necesidad del paciente con diabetes tipo 2 insulinizado es una valoración integral. Muchas veces la asistencia está muy fragmentada”, ha lamentado.
“Estas personas necesitan educación diabetológica, pero también formación de otros procesos crónicos. Además, para los pacientes insulinizados es fundamental tener una manera sencilla de monitorizar la glucemia. El acceso a la tecnología es bastante pobre en la diabetes tipo 2”, ha comentado.
Sistema mixto
En la misma línea, Javier Díez Espino, presidente de la Fundación RedGDPS, ha dicho, “en ese contexto de polipatología”, que los dos grandes problemas son la falta de adherencia al tratamiento y la inercia. “Más del 90 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 2 se siguen en Atención Primaria, muchas veces en coordinación con compañeros de otras especialidades. A la hora de hacer un abordaje de sus problemas, es necesario priorizar, y muchas veces la diabetes no es la patología prioritaria, sino una insuficiencia cardiaca, por ejemplo”.
“Nos encontramos ante un panorama muy fragmentado, con personas muy mayores a las que les puede afectar la brecha digital también desde el punto de vista socioeconómico. Debemos tener en cuenta estas circunstancias tanto en el ámbito urbano como en el rural. De hecho, hoy en día es preferible tener banda ancha que una carretera ancha”, ha señalado, en referencia a las nuevas formas de comunicación.
Javier Díez ha señalado que, a partir de la pandemia, se ha producido un gran salto en el ámbito de la telemedicina. “Hemos empezado a utilizar las herramientas que ya tenían nuestros pacientes, como los glucómetros, las básculas o los tensiómetros. Probablemente lo ideal sería un sistema mixto, con inteligencia artificial, pero cuando sea necesario debe haber una consulta personalizada con un profesional sanitario”.
Control subóptimo
La perspectiva del profesional clínico también la ha aportado Noemí González, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital La Paz. “Hablamos de una enfermedad enormemente prevalente que está íntimamente asociada a la obesidad. La incidencia sigue aumentando, es algo preocupante. Muchos profesionales sanitarios están implicados en su abordaje y supone el consumo de muchos recursos sanitarios”.
“El control metabólico y de los factores de riesgo es fundamental, y no solo la medida de la glucosa. Los estudios indican que, en general, las personas con diabetes tipo 2 insulinizadas están muy mal controladas. En Atención Primaria se calcula que el control subóptimo alcanza al 40 por ciento de los pacientes, pero en las consultas de Endocrinología a veces no llega ni al 25 por ciento”, ha dicho según su propia experiencia en consulta.
Gran parte de las cifras de control subóptimo se deben a la falta de adherencia terapéutica, ha dicho en concordancia con sus compañeros. “Las personas con diabetes están polimedicadas, y hasta un 40 por ciento no se toma bien la medicación. La educación terapéutica, al igual que la asistencia, debe ser transversal, coordinada y estructurada desde el inicio hasta el final del abordaje del paciente”.
Reto de gestión y de asistencia
En cuanto a la Administración, han estado representadas las de Andalucía y Extremadura. María Asunción Martínez, directora del Plan Andaluz de Diabetes, ha comentado que en su autonomía durante 2019 cerca de un 24 por ciento de las personas con diabetes tipo 2 que han recibido tratamiento farmacológico lo han hecho con algún tipo de terapia insulínica: insulinización basal, premezclas o terapia intensiva (ya sea con premezclas o régimen bolo basal).
La diabetes supone “un gran reto de gestión y de asistencia” para cualquier sistema sanitario. “El principal reto asistencial al que se enfrentan día a día los clínicos que atienden a este perfil de pacientes es la educación diabetológica”, ha dicho María Asunción Martínez.
La situación de Extremadura ha sido expuesta por Concepción Gutiérrez, subdirectora de Atención Especializada de la Consejería de Sanidad. “No disponemos de un registro real de pacientes con diabetes. Supongo que ocurre lo mismo en casi todas las comunidades”.
Los datos de Farmacia correspondientes a junio de 2020 han indicado que en Extremadura hay 75.300 pacientes (un 7,3 por ciento de la población) en tratamiento con fármacos antidiabéticos no insulínicos. Desde 2014 se ha duplicado el coste por paciente, que ha pasado de 280 a 520 euros. En cambio, en los seis últimos años ha disminuido la utilización de la insulina en los pacientes con diabetes tratados con la terapia insulínica exclusivamente.
Solo casos aislados
Por su parte, Aureliano Ruiz, presidente en funciones de la Federación Española de Diabetes (FEDE), se ha mostrado bastante de acuerdo con los comentarios de los profesionales sanitarios y los gestores, “aunque con matices”. “Salvo casos aislados, oficialmente el paciente con diabetes tipo 2 no emplea tecnología, en ninguna comunidad autónoma”. Por tanto, considera que es el principal reto en este tipo de pacientes, junto con la educación diabetológica”.
Los principales avances en DM2 y el acceso a la innovación
En los últimos años se han producido avances destacados en el desarrollo de nuevos tipos de insulinas y fármacos que se pueden combinar con insulinas, según ha destacado Antonio Pérez. También ha habido grandes mejoras en los sistemas de administración de insulina. “Desgraciadamente, los avances que ha habido en la monitorización de glucosa aún no han llegado al paciente con diabetes tipo 2, o lo han hecho en una proporción muy pequeña. Por tanto, uno de nuestros retos es conseguir que llegue a más gente estos sistemas de monitorización que permiten obtener más información de una forma menos cruenta”, ha comentado.
En la misma línea, “la telemedicina es una herramienta que permite obtener datos de los pacientes muy útiles para la toma de decisiones”, ha añadido. Según ha dicho, también ayuda a identificar problemas en el tratamiento de los pacientes. “La utilización de esta tecnología en pacientes con diabetes tipo 2 es muy minoritaria, porque no hay financiación”, ha lamentado el presidente de la SED.
De igual forma, Javier Carrasco, de la SEMI, ha señalado que “la tecnología ha llegado poco al paciente con diabetes tipo 2, tanto desde el punto de vista de la monitorización de la glucosa como en el acceso a la telemedicina y la relación con el sistema sanitario”. “Se trata de un paciente complejo, normalmente de edad avanzada, y con múltiples comorbilidades. La tecnología sencilla, sobre todo la monitorización de la glucemia, supondría un avance de enorme interés para este tipo de pacientes”, ha dicho.
Eficiencia de la teleconsulta
Entre los avances en DM2, Javier Díez, de la Fundación RedGDPS, también ha destacado la teleconsulta, que “no es lo mismo que la consulta presencial”. “Tenemos que ser eficientes a la hora de gestionar, pero también debemos tener en cuenta determinados temas éticos”.
Por su parte, Noemí González Pérez de Villar, de La Paz, ha hablado de las novedades desde el punto de vista farmacológico: “Tenemos terapias que nos ayudan a reducir los eventos adversos. En cuanto a las innovaciones en tecnología, disponemos de los monitores de glucosa, cuyo uso se ha generalizado en algunas autonomías, como Extremadura, para los pacientes con diabetes tipo 1. Además, también tenemos glucómetros con conectividad que nos permiten conocer a distancia los controles de glucemia”.
La situación de pandemia actual ha obligado a dar “un gran salto obligado en la digitalización y en la teleasistencia”, como ha dicho María Asunción Martínez, de la Consejería de Sanidad de Andalucía. “Nos hemos dado cuenta de que hay fórmulas de teleasistencia para el perfil de pacientes con diabetes tipo 2, insulinizados o no. Probablemente en una primera apuesta por la telemedicina no habíamos pensado en este tipo de pacientes, pero hemos visto que realmente es posible incluirlos”.
Nuevas formas de administrar insulina
Finalmente, Concepción Gutiérrez, de la Consejería de Sanidad de Extremadura, ha incidido en los avances tecnológicos registrados en los últimos tiempos: “Las formas de administración de la insulina, la monitorización o el control de la glucemia, etc., se utilizan fundamentalmente en la diabetes tipo 1. En Extremadura pocos pacientes con diabetes tipo 2 emplean estos dispositivos. Eso sí, podemos decir que somos una de las comunidades cuyos diabéticos tipo 1 más tecnología utilizan desde hace años. Antes de la introducción en la Cartera de Servicios del sistema flash de monitorización de glucosa, el 33 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 1 tenía alguno de estos dispositivos. Por tanto, nuestros profesionales endocrinólogos están muy familiarizados con esta tecnología”.
Respecto a los pacientes con DM2, ha indicado que no utilizan estas tecnologías, pero sí otros recursos tecnológicos que están muy implantados en Extremadura, como la telemedicina. “Tenemos conectados a todos los pacientes de Atención Primaria, de las residencias de ancianos, de las prisiones y de los centros sociosanitarios con las consultas externas de los hospitales. Participan por lo menos 20 especialidades. Las teleconsultas de Endocrinología comenzaron en 2005, y cada año se realizan unas 1.500 consultas. El incremento anual suele ser del 20 por ciento, aproximadamente”.
“En cuanto a la telemedicina, también la utilizamos para la formación del paciente en el caso de los sensores flash, así como para la formación de los profesionales sanitarios”, ha manifestado.
El acceso a la innovación sigue siendo el gran reto para el paciente DM2 insulinizado
El acceso a la innovación y a la educación diabetológica sigue siendo el gran reto para el paciente con diabetes tipo 2 insulinizado, según las conclusiones de los expertos. Antonio Pérez, presidente de la SED, se ha referido a los aspectos que deben mejorar: “Si en algo tenemos que invertir es en educación. Los pacientes con diabetes tipo 2 insulinizados necesitan ajustarse y manejar su propio tratamiento. Es el día a día, por lo que no va a haber personal sanitario que le pueda ayudar. El sistema sanitario debe facilitar los recursos”.
“Otro aspecto que debe mejorar es el uso de la telemedicina de forma eficiente. No puede ser que en una consulta dediquemos más tiempo a la recogida de datos que a la toma de decisiones”, ha criticado.
Consulta hospitalaria única
También Javier Carrasco, de la SEMI, se ha referido a los desafíos en este ámbito: “Uno de los retos sería coordinar a los clínicos para atender al paciente con diabetes tipo 2 en un acto único, especialmente en la situación actual de pandemia. Sería ideal que en una única visita al hospital, el paciente fuera valorado por varios especialistas, y que entre todos pudieran decidir el mejor tratamiento para esa persona”.
Según ha expuesto, “para conseguirlo, la Administración nos debe dar las herramientas necesarias. Y todo esto debería pivotar en Atención Primaria, que tiene una visión más global de los pacientes”.
“El tema de la educación es fundamental, y tal vez no es necesario tener un educador de diabetes en cada centro”, ha dicho Javier Díez, de la Fundación RedGDPS. “En el contexto de la polipatología, probablemente un profesional generalista puede dar prioridad en cada momento a las necesidades del paciente”.
Otro reto planteado por Javier Díez ha sido “el acceso a la tecnología para todos los pacientes, con las herramientas adecuadas, adaptadas a su edad y condición”. Como ha dicho también Antonio Pérez, “no se trata de recoger datos, sino de tomar decisiones”.
Resultados en salud
Los resultados en salud ha sido un tema expuesto por Noemí González, experta en Endocrinología y Nutrición de La Paz. “Los clínicos necesitamos saber si la telemedicina que estamos practicando está obteniendo beneficio para nuestros pacientes. Necesitamos medir los resultados en salud. En tipo 1 es más fácil de medir, y la telemedicina puede ayudar a las personas al menos a no estar peor. De todas formas, en esta época creo que vamos a ver un empeoramiento y necesitamos esos resultados en salud”
“Como médicos, necesitamos registrar esa actividad”, ha insistido Noemí González. “Sabemos que la telemedicina es el futuro, podemos conseguir la conectividad a través de sensores y glucómetros. También debemos tener en cuenta los costes de los pacientes con diabetes tipo 2 insulinizados. En definitiva, el reto será ofrecer una consulta virtual de calidad, y poder medir los resultados”.
Enfermería en diabetes
Por parte de la Administración, María Asunción Martínez Brocca, de Andalucía, ha destacado “muchos retos, como el trabajo en los programas de educación estructural, la Enfermería en práctica avanzada en diabetes, fomentar la educación grupal y favorecer las herramientas de comunicación digital”.
“También es necesario disponer de herramientas de visualización de la glucosa más avanzadas. En diabetes tipo 1 las herramientas de monitorización continua y monitorización intermitente han permitido que el paciente tomara decisiones mucho más acertadas. Probablemente pueden resultar también de utilidad para los pacientes con diabetes tipo 2 que tengan pautas insulínicas intensivas, con las peculiaridades que tiene esta población. Tendremos que analizar cómo hacerlo, en qué perfil y cuándo. Es necesario evaluar las posibilidades reales teniendo en cuenta la viabilidad y la sostenibilidad”.
En su intervención, Concepción Gutiérrez, de Extremadura, ha mencionado el borrador del Plan Integral de Diabetes de Extremadura 2020-2024. “El objetivo es mejorar la calidad y la equidad en la asistencia de los pacientes con diabetes. Sobre todo, se van a promover los programas de prevención”. Esta comunidad también ha elaborado el “proceso asistencial integrado para el abordaje de la diabetes mellitus tipo 2”, que a finales de septiembre estaba pendiente de implantación. “Estamos estudiando qué herramientas tecnológicas podemos utilizar para hacer de forma no presencial labores de prevención y educación de los pacientes”, ha dicho.
Otro proyecto que se pondrá en marcha en Extremadura es el de “las unidades tecnológicas de diabetes”, que estarán dotadas con personal de Enfermería con formación y experiencia. Darán asistencia por control remoto a todos los pacientes que estén conectados a través de las tecnologías. “Este proyecto nos ayudará a tener un registro y a evaluar las posibilidades de mejora de todos los pacientes con diabetes”, ha concluido Concepción Gutiérrez.
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