Los niños que no comen no existen, porque se mueren. La gran mayoría de los padres que me consultan por este motivo no traen a un niño con graves problemas de salud, ni malnutrido, ni con mal estado general. Es muy frecuente que sean niños incluso más activos de lo normal. En su mayoría delgados. Pero incluso veo algunos con un peso normal o hasta por encima de lo normal.
Por eso, el primer paso que tenemos que dar al hablar de que mi hijo no come bien es sacar las comidas de nuestro pensamiento, mirar a nuestro hijo y preguntarnos: "¿Está sano?"
Si tenemos dudas, diremos que está sano si es activo, tiene una vida similar (a parte de las comidas) a la del resto de los niños de su edad, y no necesita atención médica por otros motivos importante.
Mi experiencia me dice que en la gran mayoría de los casos el niño que no come bien está sano. Y en este artículo me centraré en esos niños. Sólo mencionar que si no está sano y come mal hay que descartar causas como infecciones de orina, intolerancias alimentarias, reflujo gastro-esofágico... Para eso, evidentemente acuda al pediatra.
Para la otra gran mayoría de niños "que no comen" pero están sanos voy a hacer unas preguntas. Y las prefiero hacer aquí y no en directo para que respondas con total sinceridad:
- ¿Realmente tu hijo no come, o come sólo lo que quiere y cuando quiere? Esto es lo habitual. Si tu hijo está sano, sin duda está comiendo. Lo que los padres interpretan como que no comen es que no come las comidas.
- ¿Cuántas veces le ofreces alimento al día? Entendemos por alimento cualquier comida o bebida distinta al agua. Yo suelo recomendar que a lo largo del día, cada vez que le ofrezcas comida lo apuntes. Apuesto a que son más de 10 veces al día. Y a que suele tomar sólo una pequeña cantidad, sólo de lo que le gusta y porque vas persiguiéndole.
- En las horas de las comidas, ¿Usas cualquier sistema que se te ocurre para entretenerlo mientras le das de comer y has acabado eliminando de su menú cada vez más alimentos para adaptarse a lo poco que parece aceptar?
Prefiero que medites un momento sobre tus respuestas.