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viernes, 7 de noviembre de 2025

El vínculo entre personas y perros puede reducir niveles de cortisol y aumentar la oxitocina

La conexión entre humanos y perros tiene más de 15.000 años, cuando algunos lobos comenzaron a acercarse a los asentamientos humanos en busca de refugio y alimento. Con el tiempo, los más dóciles y menos temerosos se adaptaron a convivir con las personas, que a su vez encontraron en ellos protección, ayuda y compañía. Así, nació una de las amistades más duraderas de la historia natural.

Hoy, esa relación sigue más viva que nunca. Solo en España hay casi siete millones de perros registrados como mascotas, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía. Este sábado, 8 de noviembre, se celebra el Día Internacional del Lazo Humano Canino, una fecha dedicada a promover esta conexión única entre especies.

La relación entre personas y perros va mucho más allá de la amistad: influye directamente en la salud física y emocional de ambos, reforzando el vínculo que nos ha unido desde hace milenios.

Mayor bienestar emocional

Diversos estudios refuerzan la tendencia de que el contacto con los perros genera múltiples beneficios para la salud emocional de las personas. El estudio “Beyond companionship: psycho-social benefits of pet ownership”(1) destaca los beneficios psicosociales tanto de la tenencia de un perro como de múltiples mascotas, lo que sugiere su potencial para promover la salud y el bienestar social.

Aunque el lazo humano canino no tiene precio, el análisis “The Value of Pets: The Quantifiable Impact of Pets on Life Satisfaction”(2), determinó que la compañía de una mascota equivale a un valor de hasta 70.000 libras esterlinas al año (80.500 euros) en satisfacción vital. Esta cifra es similar a la que se obtiene por mantener el contacto frecuente con familiares y amigos. Este mismo análisis concluye que tener mascota aumenta la satisfacción con la vida entre los 3 y 4 puntos en una escala del 1 al 7.

La Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona (3), centro de investigación dedicado a estudiar y divulgar los beneficios de la convivencia entre personas y animales de compañía, señala que interactuar con un perro puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la oxitocina, relacionada con el bienestar y la felicidad. El simple acto de acariciar a un perro o permanecer a su lado puede provocar una respuesta fisiológica de relajación.

Según recoge el sitio web de la Cátedra, las mascotas alivian el estrés, ayudan a reducir la ansiedad y contribuyen a mitigar el sentimiento de soledad. Su compañía fomenta el sentido de responsabilidad y refuerza la autoestima, al favorecer la confianza y mejorar la percepción de nosotros mismos.

Asimismo, facilitan la expresión de emociones y pueden fortalecer los lazos afectivos con las personas de nuestro entorno, ya que muchas veces compartimos con ellos pensamientos o sentimientos que no expresamos con nadie más.

Múltiples beneficios físicos

La convivencia y el contacto con los perros es también un apoyo para la salud física. Pasear con ellos estimula la práctica de ejercicio regular, mejora la función cardiovascular, incrementa la capacidad respiratoria y contribuye al mantenimiento de un peso corporal saludable.

Varios estudios muestran que la interacción con perros puede ayudar a regular la presión arterial y favorecer un ritmo cardíaco más estable. Por ejemplo, en “The impact of canine-assisted intervention on stress reduction among university students in Thailand”(4), se observó que estudiantes universitarios, tras 15 minutos de interacción con perros, presentaron mejora en la frecuencia cardíaca.

Y en “Dogs and owners share emotional and physiological changes”(5) se hace referencia a que la variabilidad de frecuencia cardíaca de perros y dueños se sincroniza durante la interacción. Esto se interpreta como un ritmo cardíaco más regulado y relajado.

Por otro lado, la convivencia con perros también puede fortalecer el sistema inmunológico. La exposición moderada y constante a microorganismos presentes en la microbiota ambiental que los animales transportan ayuda a estimular las defensas inmunológicas en la infancia. Este contacto temprano se ha relacionado con una menor incidencia de alergias, asma y enfermedades autoinmunes, al favorecer una maduración más equilibrada del sistema inmunitario (6) y (7).

Intervenciones terapéuticas

Las terapias asistidas con animales, especialmente con perros, son prácticas terapéuticas y educativas en las que un profesional se acompaña de un animal para mejorar la salud física, emocional y social de las personas.

En el ámbito de la rehabilitación física, las terapias contribuyen a mejorar la movilidad, la coordinación y la adherencia a los tratamientos. En el terreno de la salud mental, se han utilizado con éxito en casos de depresión, ansiedad, autismo y trastorno por estrés postraumático.

Los beneficios de convivir con un perro se extienden a todo tipo de personas. Diversos programas de terapias asistidas con animales han demostrado que el vínculo con los perros mejora el bienestar emocional, cognitivo y social. Esto es así especialmente en poblaciones en situación de vulnerabilidad, violencia o exclusión, tal como recoge la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud. Para las personas sin hogar, esta relación cobra un significado aún más profundo y esencial. Según un estudio de Fundación Affinity (8), el 74% de las personas sin hogar considera a su perro su principal fuente de apoyo social.

En contextos geriátricos y paliativos, el acompañamiento de perros de terapia proporciona consuelo, reduce la sensación de soledad y ofrece apoyo a pacientes en etapas avanzadas de enfermedad. Para las personas mayores, especialmente aquellas que viven solas o presentan deterioro cognitivo, la interacción con perros estimula la memoria, la comunicación y el sentido del propósito.

En hospitales y centros geriátricos, las intervenciones asistidas con perros han mostrado efectos positivos en la adherencia a los tratamientos, la reducción del dolor percibido y la mejora del estado de ánimo. El contacto con los animales rompe la rutina hospitalaria, disminuye la ansiedad previa a procedimientos médicos y promueve un ambiente más cálido y humano.

Perros de asistencia

Por otra parte, los perros de asistencia desempeñan un rol fundamental en la autonomía y seguridad de personas con discapacidades. En el caso de las personas con discapacidad visual, los perros guía facilitan la orientación y movilidad en entornos urbanos. Para quienes padecen discapacidades motoras, los perros de servicio están entrenados para abrir puertas, recoger objetos o activar interruptores, mejorando la calidad de vida y fomentando la inclusión. Asimismo, los perros de alerta médica pueden detectar crisis epilépticas o cambios en los niveles de glucosa en personas con diabetes, actuando como verdaderos aliados en la prevención de emergencias.

Un lazo que deja huella

La profundidad del vínculo entre las personas y perros se evidencia también en el momento de la pérdida. Diversos estudios demuestran que el duelo por la muerte de un animal de compañía puede generar respuestas emocionales y fisiológicas comparables a las experimentadas ante la pérdida de un ser humano cercano (9) y (10). A pesar de ello, este tipo de duelo suele estar socialmente minimizado. La ausencia de rituales de despedida o de una validación social del dolor contribuye a que muchas personas vivan este proceso en silencio.

Es importante comprender que la pérdida de un perro implica mucho más que la ausencia de una mascota. En la mayoría de los casos, supone la ruptura de un vínculo de apego profundo, una conexión que no termina, sino que permanece en la memoria y en la forma en que seguimos relacionándonos con los animales. Porque el vínculo humano canino es un reflejo de lo mejor de nuestra naturaleza, de nuestra capacidad de encontrar en otra especie una fuente inagotable de compañía y amor incondicional.

Referencias

1- Zhao J, Koohsari MJ, Li J, Luo Y, Kaczynski AT, McCormack GR, Oka K, Hanibuchi T. Beyond companionship: psycho-social benefits of pet ownership. BMC Public Health. 2025 Jul 3;25(1):2320. doi: 10.1186/s12889-025-23464-y. PMID: 40610974; PMCID: PMC12224451.

2- Gmeiner, M.W., Gschwandtner, A. The Value of Pets: The Quantifiable Impact of Pets on Life Satisfaction. Soc Indic Res 178, 185–223 (2025). https://ift.tt/Hoxd5mD

3- Fundación Affinity. (s. f.). Animales y salud: Una relación que nos fortalece, mejorando nuestra salud y bienestar. Recuperado el 7 de noviembre de 2025, de https://www.fundacion-affinity.org/es/animales-y-salud

4- Yotanyamaneewong S, Junla D, Brown JL, Siriapaipant N, Yodkamol N, Prachasilchai W, Saengthong A, Sanguansak P, Kankonsue T, Punyapornwithaya V, Sansamur C, Nganvongpanit K, Khonmee J. The impact of canine-assisted intervention on stress reduction among university students in Thailand. PLoS One. 2025 Mar 12;20(3):e0318777. doi: 10.1371/journal.pone.0318777. PMID: 40072925; PMCID: PMC11902293.

5- Solan, M. (2025, February 1). Dogs and owners share emotional and physiological changes. Harvard Health Publishing. Reviewed by H. E. LeWine. Recuperado de https://www.health.harvard.edu/heart-health/dogs-and-owners-share-emotional-and-physiological-changes

6- Mäki JM, Kirjavainen PV, Täubel M, Piippo-Savolainen E, Backman K, Hyvärinen A, Tuoresmäki P, Jayaprakash B, Heinrich J, Herberth G, Standl M, Pekkanen J, Karvonen AM. Associations between dog keeping and indoor dust microbiota. Sci Rep. 2021 Mar 5;11(1):5341. doi: 10.1038/s41598-021-84790-w. PMID: 33674692; PMCID: PMC7935950.

7- Panzer AR, Sitarik AR, Fadrosh D, Havstad SL, Jones K, Davidson B, Finazzo S, Wegienka GR, Woodcroft K, Lukacs NW, Levin AM, Ownby DR, Johnson CC, Lynch SV, Zoratti EM. The impact of prenatal dog keeping on infant gut microbiota development. Clin Exp Allergy. 2023 Aug;53(8):833-845. doi: 10.1111/cea.14303. Epub 2023 Mar 14. PMID: 36916778; PMCID: PMC11163251.

8- Cátedra Fundación Affinity «Animales y Salud» (Universitat Autònoma de Barcelona) & Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA). (2022, enero 26). Los perros, principal fuente de apoyo para personas en situación de calle [informe]. Recuperado de https://www.fundacion-affinity.org/es/biblioteca/los-perros-principal-fuente-de-apoyo-para-personas-en-situacion-de-calle

9- Chin, Brian & Orlando, Elizabeth & Burnett, Jade. (2025). Grief in context: Social perceptions of legitimacy, empathy, and norms after pet and human loss. Human-Animal Interactions. 13. 10.1079/hai.2025.0047.

10- Pihkala, P., & Aaltola, E. (2025). Animal ethical mourning: types of loss and grief in relation to non-human animals. Frontiers in Veterinary Science, 12, 1526302. https://doi.org/10.3389/fvets.2025.1526302.

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