El Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada realizó el año 2011 el “Informe propuesta sobre jubilación para el personal facultativo de las instituciones sanitarias del Sistema Nacional de Salud”. Desde entonces se han venido publicando informes sobre la jubilación. En los mismos, se analizan cuestiones como la pérdida que supondrá en el poder adquisitivo.
Ahora, en un nuevo informe sobre la jubilación demorada se analiza precisamente cómo puede ser una forma de paliar, en parte la pérdida de poder adquisitivo. Así, destaca la idea de que, con relación al sueldo en activo, que supera el 35 por ciento en casi todos los casos y el 50 por ciento para los que continúan haciendo guardias como se analizará en un posterior informe sobre la jubilación anticipada.
Abordar la pérdida de poder adquisitivo
La clave en cuanto a la pérdida de poder adquisitivo está en que, desde el 1 de abril de 2025, la persona que retrasa voluntariamente el momento de la jubilación percibirá un complemento económico de demora en la pensión cuando decida jubilarse. El informe señala además que va a poder elegir entre un abanico de opciones:
Un porcentaje adicional del 4 por ciento por cada año completo cotizado después de cumplir la edad ordinaria de jubilación. Esto supondrá un aumento de la cuantía de la pensión. A partir del segundo año completo, el porcentaje adicional será del 2 por ciento por cada periodo de seis meses. Hasta el año 2022 el incentivo oscilaba entre un 2 y un 4 por ciento de mejora, según el tiempo cotizado y hasta el 1 de abril era el 4 por ciento por años completos.
Por otra parte, se propone una cantidad a tanto alzado por año cotizado. Esta va a depender de los años que se haya cotizado cuando se llega a la edad de jubilación. No obstante, se calcula que va desde aproximadamente 5.000 euros a 12.000 euros o más. Además, se recibe en el momento de la jubilación.
Pese a ello, el informe recalca que no es la opción más recomendada. El motivo es que con poco más de siete años cobrando el incremento mensual, el importe es mayor y la cuota para hacienda mucho menor. De hecho, al cobrarlo completo el año de la jubilación supone un importante incremento en el IRPF y al médico llega poco más del 50 por ciento del importe bruto.
Finalmente, estaría una combinación de ambas. En principio tampoco recomendable de forma general, aunque depende de la situación de cada médico y es una decisión personal. La razón que se argumenta es que es compleja y es necesario consultar cada caso con la Seguridad Social.
Ejemplos prácticos de jubilación anticipada
El informe aclara estas cuestiones proponiendo ejemplos prácticos. A saber, para un médico que ha cotizado por el tope máximo, le corresponderá una pensión inicial de unos 3.600 euros al mes en catorce pagas (50.400 euros al año) pero le afecta el tope máximo de las pensiones y su pensión será de 3.267,60 euros/mes (45.746,40 euros al año). En este caso, si ha ampliado su periodo activo en más de un año, por cada año completo le correspondería este año un total de 130,70 euros al mes en catorce pagas (1.829,80 euros año) y le quedaría con un año de demora, una pensión de 3.398,30 euros/mes (47.576,20 euros al año). Es decir, la suma de la pensión máxima y el complemento en 14 pagas, pues este complemento permite pasar de la pensión máxima.
Finalmente, el informe reflexiona sobre las jubilaciones que se están produciendo en los últimos tiempos. Las mismas están causando graves dificultades en los hospitales, centros de salud debido a que las plantillas de médicos, que ya eran insuficientes, se ven muy reducidas. Esto provoca que las cargas de trabajo se hagan insoportables, que puede ser, una de las causas principales, para que el año 2024 quedaran 246 y 133 en 2023 plazas MIR de Medicina de Familia, sin ocupar tras la segunda adjudicación.
A modo de conclusión, también recuerda los datos de la Sexta oleada de la Encuesta OMC-CESM sobre la Profesión Médica de diciembre de 2019. La misma proporcionó datos sobre la actitud ante la jubilación, de los médicos mayores de 55 años activos. A la pregunta contestaron 5.720 médicos y el 32,6 por ciento estarían dispuestos a prolongar su actividad laboral. Por otro lado, solo un 13,7 por ciento tenían intención de adelantar su jubilación y el 39,6 por ciento tenían intención de jubilarse cuando les correspondiera por la edad.
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