La calidad de vida del paciente es un concepto que cada vez se tiene más en cuenta dentro del sistema sanitario. Entre otras muchas medidas, cada vez es más frecuente recurrir a animales domésticos para acompañar a una persona en el proceso de su enfermedad, especialmente en edades infanto-juveniles.
La Asociación American Humane Association ha evaluado el acompañamiento mascota-paciente, mediante el seguimiento de 106 pacientes pediátricos diagnosticados con cáncer. De ellos, 60 recibieron visitas regulares de perros de terapia.
Los resultados, publicados en el Journal of Pediatric Oncology Nursing, revelaron que los niños que recibieron visitas caninas de terapia mantuvieron estables sus niveles de ansiedad y preocupación relacionados con la enfermedad. Los demás niños se mostraron significativamente más preocupados.
Perros de terapia asistida
Los animales domésticos ofrecen no sólo compañía a sus dueños, sino también múltiples beneficios físicos y emocionales. El hecho de tener un perro, por ejemplo, supone que su dueño debe salir de casa y pasear al menos tres veces al día.
Desde hace muchos años la ONCE prepara a perros-guía para las personas invidentes. En la actualidad, otras instituciones, como Purina, preparan a cachorros para ayudar a su socialización y su educación en el proceso de convertirse en perros de terapia asistida.
La presencia de perros de terapia ayuda a tranquilizar y distraer a los niños en los momentos críticos. Estos animales se preparan de forma especial para, entre otras labores, estar en las salas de espera de consultas externas e interaccionar con las familias y los niños. El objetivo es distraerles, hacerles más corta y entretenida la espera. Según los expertos, los perros despiertan sonrisas y permiten que los niños se olviden de sus problemas por un momento.
Igualmente, las visitas periódicas de perros de terapia a niños ingresados en hospitales ayudan a reducir la ansiedad de los pequeños respecto a su enfermedad.
La experiencia de Aspaym
La Federación Nacional Aspaym (Asociación de personas con lesión medular y otras discapacidades físicas) recurre de forma habitual a los beneficios de los animales de compañía. Recientemente, su delegación de Cuenca ha realizado una actividad de terapia con perros. En concreto, ha desarrollado una serie de sesiones de acompañamiento a personas con discapacidad mediante estas mascotas, con un “resultado excelente”.
“Los animales ofrecen cariño, compañía y fidelidad que contribuyen mucho al bienestar emocional de quienes lo necesitan”, han comentado desde la Asociación. Por ello, este tipo de sesiones “resultan de gran apoyo para la vida de las personas con lesión medular y otras discapacidades físicas”.
Desde Aspaym distinguen entre “perros guía, perros de asistencia o de terapia”. En su caso, trabajan con “perros de acompañamiento”. “Los perros adiestrados participan en ciertas rehabilitaciones de discapacidades en las que la movilidad perdida se puede recuperar parcialmente, o directamente estimular”. Sin duda, según los participantes en esta iniciativa, “la mejor terapia en la que aportan su mayor potencial es la emocional”.
El perro puede ser una herramienta para verbalizar sentimientos, dudas, miedos, inquietudes y reflexiones que cuesta que afloren por sí solas. Además, la motivación para volver a salir a la calle y relacionarse de nuevo con las personas es esencial. Así, un perro se considera “un gran estímulo para afrontar el mundo exterior”.
Legislación
La Federación Aspaym ha celebrado la incorporación de Andalucía a las comunidades autónomas que legislan los requisitos, las ayudas y las condiciones para la adopción de perros de asistencia. Por el contrario, es una cuestión pendiente en Asturias, Ceuta o Melilla.
En este sentido, Aspaym ha solicitado “la aprobación de una ley estatal que simplifique las normas y facilite la adopción de mascotas para las personas con discapacidad”.
Perros de terapia en Oncología
Los perros de terapia son muy buenos acompañantes de todos los pacientes, pero en el caso de las personas que tienen cáncer suponen un gran apoyo. En este sentido, se han impulsado muchos proyectos de acompañamiento, especialmente de niños tanto ingresados como aquellos que visitan el hospital puntualmente.
El Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, junto con la compañía Purina, ha desarrollado diversas iniciativas en este ámbito, y ha comprobado que las visitas periódicas de perros de terapia a niños ingresados ayudan a reducir la ansiedad de los pequeños.
También resultan muy beneficiosos para los niños que visitan el hospital, como acompañamiento en salas de espera, ya que favorecen la predisposición de los niños a los tratamientos y reducen sus miedos.
Aparte de acompañar al paciente, los perros de terapia también se entrenan para detectar el cáncer en estadios muy iniciales, gracias a su excepcional olfato. Se calcula que los canes tienen hasta 300 millones de receptores olfativos, unas 60 veces más que un humano.
En este ámbito, la organización benéfica Medical Detection Dogs entrena perros para detectar enfermedades humanas, con la finalidad de conseguir diagnósticos precoces.
Las personas que se dedican a adiestrar y a preparar estos animales para convertirse en mascotas terapéuticas destacan múltiples beneficios. En primer lugar, ofrecen acompañamiento físico y emocional durante todo el proceso.
Los animales, además, ayudan a reducir el estrés y la ansiedad. El hecho de acariciar un perro, jugar con él o simplemente estar a su lado puede liberar endorfinas y disminuir los niveles de cortisol, lo que contribuye a una sensación general de bienestar.
Otro aspecto positivo, como se ha dicho, es que facilita las relaciones sociales. Así, un perro puede facilitar la interacción social durante sus paseos u otras actividades.
En el plano del dolor, el perro de compañía puede ser muy efectivo para distraer al paciente y, de esta forma, intentar tener la mente ocupada, alejada de su dolencia.
Proyecto Huellas de Colores
Todos estos beneficios se han demostrado en una investigación realizada en unidades de cuidados intensivos de Madrid. Los expertos han observado que las intervenciones asistidas con animales reducen significativamente el dolor, el miedo y la ansiedad en niños ingresados en UCI.
Se trata de una investigación realizada por el Hospital Universitario 12 de Octubre y la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Dicho estudio forma parte del proyecto Huellas de Colores, pionero en España, puesto en marcha en 2019 en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos y de Reanimación (UCIP) del 12 de Octubre y que continúa en la actualidad, de la mano de ambas instituciones y de la entidad Bitácora.
Las principales conclusiones de esta investigación se han recogido en el artículo ‘Viabilidad de la aplicación de la terapia asistida con animales en una unidad de cuidados intensivos pediátricos: eficacia en la reducción del dolor, el miedo y la ansiedad’, publicado en European Journal of Pediatrics.
Los investigadores han analizado variables fisiológicas, como las frecuencias cardiaca y respiratoria, la presión arterial y la saturación de oxígeno, así como el dolor, el miedo y la ansiedad. Para ello, se han empleado escalas validadas, antes y después de cada intervención. En total se han realizado 74 intervenciones en 61 pacientes con edades de entre 4 y 15 años en la UCI Pediátrica del 12 de Octubre.
Menos dolor, ansiedad y miedo
Desde la primera fase del proyecto, impulsada en 2019, se ha cuantificado que los menores en situación de gravedad experimentaban disminución del dolor de hasta tres puntos tras la visita del perro. Además, se ha observado una reducción del nivel de ansiedad y miedo.
La investigación también ha llegado a la conclusión de que la coordinación entre los profesionales sanitarios y los responsables de las intervenciones asistidas con animales es fundamental y se debe tener en cuenta en el momento de elección de los pacientes candidatos a recibir terapia, así como a la hora de establecer los objetivos terapéuticos.
En concreto, el Hospital 12 de Octubre, la Cátedra de Animales y Sociedad y la entidad Bitácora desarrollan una labor multidisciplinar en la que participan médicos intensivistas, una psicóloga, dos terapeutas ocupacionales expertas y dos perros.
Estímulo terapéutico
“La interacción de los niños con el animal se ha convertido en un estímulo novedoso y emocionalmente atractivo para los pacientes de la UCI Pediátrica del Hospital 12 de Octubre”, han dicho los responsables del proyecto Huellas de Colores. Los niños focalizan su atención en un ser vivo que es cariñoso y amable, lo que les permite expresar sus emociones y olvidar el motivo de su ingreso en el hospital.
En definitiva, los perros aportan “un respiro terapéutico a los niños, ya que con su visita reciben emociones positivas”. Las intervenciones asistidas con animales producen beneficios en el ámbito físico, social, motor y cognitivo del paciente, por ser una fuente especial de motivación.
La Cátedra Institucional de Investigación Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos estudia desde 2016 el vínculo humano-animal, y como éste puede ser mutuamente beneficioso.
Refuerzo del sistema inmune
Otro proyecto desarrollado por La Paz, en esta ocasión en colaboración con la Fundación Mapfre y la Asociación Española de Pediatría (AEP), ayuda a niños trasplantados y a sus familias. En concreto, estas entidades han publicado una guía que expone los beneficios psicosociales de tener mascotas en hogares de niños trasplantados; eso sí, también analiza los posibles riesgos y ofrece consejos para evitar infecciones zoonóticas asociadas.
La finalidad de este proyecto es garantizar un entorno seguro y saludable para los niños inmunocomprometidos por ser trasplantados, recibir quimioterapia o tener enfermedades del sistema inmune, que quieran convivir con mascotas, a partir de la colaboración entre diversas disciplinas de la salud.
Dentro de este proyecto también se ha desarrollado la aplicación web Kids&Pets, con el soporte de pediatras especialistas en enfermedades infecciosas que tratan niños inmunodeprimidos en el Hospital La Paz, veterinarios del Centro de Investigación en Sanidad Animal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, neuropsicólogos y diseñadores gráficos.
Esta iniciativa, en la que participan cerca de 300 familias de niños trasplantados o con inmunodeficiencia, así como más de 500 veterinarios, está liderada por la pediatra Ana Méndez Echevarría, coordinadora del Área de Pediatría e Inmunodeficiencias del Servicio de Pediatría Hospitalaria, Enfermedades Infecciosas y Tropicales de La Paz.
El 46 por ciento de las familias participantes tiene mascotas después del trasplante, sobre todo perros y gatos, pero también aves, reptiles y mascotas exóticas.
Los expertos recuerdan la necesidad de concienciar sobre la importancia de la desparasitación, las visitas regulares al veterinario y la actualización de las vacunas.
La iniciativa apuesta por el enfoque one health (una sola salud) al evaluar la relación entre pacientes trasplantados, sus mascotas y el entorno. Además, se incide en la necesidad de colaboración entre profesionales de la salud, veterinarios y expertos en salud ambiental.
Sesiones de canoterapia
La terapia asistida con perros o canoterapia también se emplea en algunos centros hospitalarios Vithas para el cuidado de los pacientes oncológicos. En concreto, el Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas (Irenea) colabora con la Fundación Aladina para “alcanzar nuevos objetivos terapéuticos y sociales mediante la interacción con perros”. Resulta imprescindible contar con “la ayuda de profesionales cualificados como un elemento más del tratamiento neurorrehabilitador, sin necesidad de salir de las instalaciones del hospital”, como indican desde el centro hospitalario.
Aliciente para acudir a las sesiones
Yolanda Herrero, directora gerente del Hospital Vithas Aguas Vivas, se ha mostrado muy satisfecha de la incorporación de este tipo de terapia dentro del propio centro. “El emplazamiento en el entorno natural del valle de Aguas Vivas hace que nuestro hospital sea idóneo para determinado tipo de tratamientos, a lo que ahora sumamos este tipo de terapia que permite a los más pequeños tener un aliciente más a la hora de acudir a las sesiones”.
Por su parte, Carmen García, directora de neurorrehabilitación pediátrica del Hospital Vithas Aguas Vivas, ha indicado que, tras sufrir un tumor cerebral, “es frecuente que aparezcan alteraciones cognitivas y neuromotrices en niños y adolescentes”. “Estas repercusiones son las que tratamos en el instituto de rehabilitación neurológica de Vithas, como profesionales especializados, para conseguir una mayor y mejor recuperación de todas ellas y la terapia con animales supone para nosotros una herramienta de gran valor ya que, en este caso los perros, suman la parte afectiva a la efectividad de nuestro tratamiento y suponen una motivación extra, e inigualable, para los pequeños consigan cada uno de los hitos marcados por nuestros profesionales”.
Terapias lúdicas con perros
Desde la Fundación Aladina, Lorena Díez, directora de Hospitales, ha recordado que esta organización es pionera “en el empleo de terapias lúdicas con perros en unidades oncológicas pediátricas”. “Estamos orgullosos de proporcionar este servicio, que se ha mostrado muy útil en la mejora del estado de ánimo de los pacientes en unidades neuronales oncológicas. Proporcionan ayudas y mejoras físicas, psíquicas y motoras”.
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