De acuerdo con la 11ª Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud, el síndrome del burnout o agotamiento mental se define como un fenómeno ocupacional o un síndrome, que según la opinión de algunos especialistas, esta en aumento y necesita herramientas para un adecuado abordaje.
El burnout está ligado con formas poco eficientes de manejar el estrés en la vida cotidiana, en este sentido, el Módulo Básico de Bienestar Autorreportado (BIARE Básico) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ofrece datos de enero de 2024 sobre el bienestar subjetivo en México, que registra que 5.6 % de la población adulta urbana reportó más preocupaciones o estrés que tranquilidad.
Carga emocional y burnout
De acuerdo con el psiquiatra Francisco Paredes Cruz, miembro de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM) las funciones cognitivas son procesos mentales que nos permiten ejecutar cualquier tarea, pero cuando nos enfrentamos a situaciones emocionales significativas, nuestra capacidad de raciocinio pudiera disminuir debido al estrés que se genera, lo que nos llevaría a sentirnos rebasados y tomar decisiones menos efectivas debido a la carga emocional de ese momento.
Las tres características que pueden ayudarnos a sospechar de un síndrome de burnout es la percepción de agotamiento emocional que se manifiesta como una disminución de empatía hacia las personas que nos rodean; la despersonalización caracterizada por la pérdida de interés en los individuos; y la reducción en la capacidad de sentirse útil.
Es esencial darle herramientas al paciente para que logre identificar el momento en que la carga emocional llegue a un límite insano para acercarse con un especialista en la salud mental, cabe destacar que, éste tipo de agotamiento se limita específicamente a fenómenos en el contexto ocupacional y no debe aplicarse para describir experiencias en otras áreas de la vida.
Bienestar físico y mental
Una alimentación adecuada; un descanso reparador; ejercicio regular; así como el establecer relaciones sólidas con amigos, familiares; además de tener un trabajo satisfactorio; contribuirá a contar con habilidades de autocuidado para fortalecer nuestra capacidad y evitar un deterioro que involucre situaciones de estrés y agotamiento emocional.
El cuidado emocional también puede incluir la terapia cognitiva para ayudar a discernir lo urgente de lo importante, otra posibilidad está en apoyarse de algunos suplementos alimenticios como los brain boosters o estimulantes cerebrales, por ejemplo, aquellos que combinan citicolina, vitamina B6 y vitamina B12, mencionó el especialista en el lanzamiento de
De acuerdo con diferentes teorías, estas combinaciones de nootrópicos y vitaminas permiten a la población adulta joven y adulta mayor mejorar sus funciones cognitivas, eficientando su atención, la funcionalidad de la memoria y concentración
Multitasking, práctica de equilibrio cognitivo
La Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) indica que el multitasking reduce la productividad en un 40%, a lo cual, especialista precisa que “el cerebro es capaz de priorizar la atención según lo que cada individuo considere importante» sin embargo, el uso de esta técnica de manera desequilibrada puede sobre estimular la cognición del paciente.
Algunas recomendaciones que pueden ayudar a manejar el multitasking es definir las prioridades como equipo o empresa, compartirlas con el equipo de trabajo, mantener un lugar de trabajo ordenado y hacer meditación.
Se espera que un futuro exista más evidencia científica que avale los efectos del burnout, pues al ser un fenómeno multifactorial es complicado de diagnosticar y al momento se estima que no hay una cura.
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