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miércoles, 11 de octubre de 2023

La maceración de la piel es el peor enemigo de la dermatitis del pañal

La dermatitis irritativa del pañal (DIP) es un término general usado para describir una reacción irritativa e inflamatoria en la piel del área del pañal como resultado de uno o más factores: orina, heces, humedad o fricción. Es frecuente la colonización secundaria por Candida.

Cuando las heces de los más pequeños están colonizadas por dicha levadura pueden favorecer la infección en la piel, sobre todo cuando esta está húmeda y macerada.

Sus lesiones son características y se localizan en la zona del pañal. Un ambiente húmero y macerado propicia su aparición. Por eso, es clave una buena higiene de la zona y un cambio regular del pañal, que debe ser transpirable.

La irritación de la piel local, provocada sobre todo por fricción o el amoniaco de la descomposición de la bacteria de la urea son cuestiones que propician la dermatitis del pañal. También los detergentes y desinfectantes son elementos que favorecen, aún más, la dermatitis del pañal.

La zona de inicio es la perianal, que se suele extender hacia el perineo. Cuando no se controla bien, se propaga por la parte superior de los muslos y la inferior del abdomen y espalda.

Síntomas

La maceración de la piel en la zona perianal es el signo clínico más característico de la dermatitis del pañal. Las pápulas escamosas se unen, dando lugar a unas lesiones bien definidas, exudativas y erosionadas con un borde irregular. Pueden formarse haciendo un círculo con escamas rojas que sobresalen. También pueden aparecer una especie de pústulas que bordean la zona de placa primaria.

La dermatitis del pañal produce escozor, lo que hace que el bebé se sienta intranquilo y molesto. Si tiene dolor, además, le costará conciliar el sueño.

Por lo general y si se controla bien, las lesiones no suelen pasar del borde del pañal. Por eso, es muy importante detectarla y tratarla a tiempo.

Diagnóstico

Para poder detectar la dermatitis del pañal, es necesario hacer un exhaustivo examen de la zona. A simple vista, se puede determinar que se está ante dicha infección cutánea, ya que las lesiones son muy características. Ante la presencia de un sarpullido en la zona del pañal, se puede verificar la infección.

En los casos que haya duda, se puede recurrir al examen de hidróxido de potasio (KOH) para confirmar que se trata de Candida albicans.

También se puede recurrir a otras dos técnicas diagnósticas, como son la histopatología de una biopsia de piel tratada con la tinción de ácido peryódico-Schiff (PAS). Esta técnica muestra las hifas que no tienen septos. Su determinación permite diferenciar la candidiasis de la tiña.

Los cultivos fúngicos son la otra prueba que se puede llevar a cabo y pueden ser de utilidad. Las muestras se toman de las pústulas intactas. Una vez obtenido los resultados se puede confirmar el diagnóstico. Pero hay que tener en cuenta un pequeño inconveniente, los resultados de los cultivos tardan en obtenerse.

No obstante, en líneas generales, los profesionales de Atención Primaria detectan la dermatitis del pañal viendo las lesiones. Estas son muy características y no suelen dejar margen de duda. Para los casos dudosos, se recurre a las técnicas diagnósticas mencionadas.

Tratamiento

La maceración es una de las causas principales del desarrollo de dermatitis del pañal. Por ese motivo, mantener la piel de la zona limpia y seca es necesario e imprescindible. En los niños que presentan dichas lesiones cutáneas se recomienda cambiar el pañal cada dos horas y utilizar pañales transpirables.

También es necesario secar bien la zona después de limpiarla y de cada cambio de pañal. Estos deben coincidir justo después de cuando el bebé orine o defeque. Si el bebé se mantiene limpio y seco, mejorará considerablemente su situación.

Antifúgicos

La pauta terapéutica se basa en antifúgicos, que se administran de forma tópica. Entre los antifúngicos tópicos destaca el cloritromazol al 1 %, que es el de primera elección. Es activo frente a Candida, dermatofitos, levaduras o Malassezia furfur. También frente a Trichomonas vaginalis, microorganismos grampositivos (Streptococci y Staphylococi) y microorganismos (Bacterioides/Gradnerella vaginalis).

Otra opción es recurrir al miconazol al 2 % en menores de dos años. Este es activo frente a cándidas, dermatofitos y un extenso número de cepas bacterianas grampositivas o nistaina.

Duración del tratamiento

En cuanto a la duración del tratamiento depende de las lesiones y de su extensión. En líneas generales, a las dos semanas de la pauta antifúgica suelen remitir las lesiones. La pauta establecida para el clotrimazol al 1 % es una administración cada 8 o 12 horas durante una o dos semanas. Periodo similar si se emplea miconazol al 2 % cada 12 o 24 horas.

Hay que destacar que la pauta antibiótica puede empeorar el curso clínico de la dermatitis del pañal. Por eso, su indicación queda restringida a casos muy concretos y se debe administrar tras finalizar el tratamiento antifúgico.

Bibliografía recomendada

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