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lunes, 24 de febrero de 2020

La dislipemia secundaria más frecuente es la asociada a los malos hábitos de vida

La dislipemia secundaria es aquella en la que la causa no está originada por una alteración genética en la síntesis o metabolización de los lípidos. Su presencia se asocia a un aumento del riesgo vascular y favorece el desarrollo de ateroesclerosis.

Dicha condición requiere un mayor seguimiento, ya que los pacientes no solo necesitan medicación y estrecho control analítico, sino también de un adecuado proceso de concienciación de enfermedad para que el tratamiento no se ciña a lo meramente farmacológico, sino también con un enfoque dietético y físico.

Su causa fundamental radica en unos malos hábitos de vida en cuanto a dieta, ejercicio y mal control del resto de factores de riesgo cardiovascular que acarrean mayor aumento de los niveles de lípidos.

Dentro de las dislipemias secundarias se incluyen las causadas por los malos hábitos de alimentación, consumo excesivo de alcohol o grasas saturadas, las relacionadas con otras enfermedades subyacentes, como la insuficiencia renal, hipotiroidismo, diabetes mellitus, o las relacionadas con la toma de fármacos, como inhibidores de la proteasa de VIH, ciclosporina A, corticoides, estrógenos, progestágenos, retinoides, betabloqueantes y tiazida, estatinas de alta potencia asociadas a ezetimiba se puede utilizar los inhibidores de la CPKS9.

Mala dieta

La dislipemia secundaria más prevalente en nuestro medio y en el resto de los países desarrollados y en vías de desarrollo es la causada por el estilo de vida sedentario y la ingesta excesiva de grasas saturadas, trans y colesterol. Las dietas hipercalóricas y poco equilibradas, una falta de ejercicio de intensidad moderada de manera habitual y un mal control de otros factores de riesgo, como el consumo de alcohol, tabaco, estrés, ritmos circadianos, favorecen la aparición de las dislipemias secundarias. La diabetes mellitus mal controlada también es otro factor de riesgo.

Tratamiento

A la hora de abordar el tratamiento, la primera pauta se centra en las modificaciones en el estilo de vida. Las personas con dislipemias, con diabetes mellitus tipo 2 o síndrome metabólico presentan mayor morbimortalidad cardiovascular. Las guías actuales se dirigen a la disminución de las LDL con el tratamiento con estatinas más la modificación de los estilos de vida.

Desde el punto de vista de la dieta, se debe optar por un mayor consumo de frutas y verduras frescas, que son ricas en nutrientes como vitaminas y minerales, y abundante fibra dietética. La dieta equilibrada comprende un 50-60% de carbohidratos, menos del 30% de grasas y un 15% de proteínas. Las grasas ingeridas deben ser insaturadas en forma de aceites vegetales.

A esto hay que añadir un aumento de la actividad física moderada y una reducción de los hábitos tóxicos, como el tabaco y el alcohol.

Pauta farmacológica

En cuanto al tratamiento farmacológico, los fármacos indicados son las estatinas, fibratos, secuestradores de ácidos biliares, ezetimiba, ácido nicotínico, entre otros. El eje de las nuevas guías se centra en que el colesterol LDL sea tan bajo como sea posible. Así, en pacientes de muy alto riesgo el objetivo es bajar de 55mg/dL y para individuos de alto riesgo el objetivo ahora es <70 mg/dL. En ambos casos, la recomendación incluye una reducción del 50% o más respecto del nivel basal, tanto en prevención cardiovascular primaria de alto riesgo como secundaria. Para ello, se recomiendan estatinas potentes como atorvastatina o rosuvastatina. De no alcanzarse dichos objetivos con estatinas en la máxima dosis tolerada posible, la adición de ezetimiba y posteriormente de un inhibidor de PCSK9 es lo indicado.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Arturo Andrés Sánchez, David Bierge Valero, David Bru Guinda, José Enrique Castillo Lucena, José Miguel Chopo Alcubilla, Jesús Zumeta Fustero, del Hospital Miguel Servet de Zaragoza; Agustín Fuster Belles, Mª Carmen Rubert Esgrid, Raquel Saez Moreno, Alfredo Eduardo Albalat Miralles, Eugenio Espinosa Mata, María Dolores Lindón Pacher Porcar y José María Tirado Moliner, del Centro de Salud Borriol, en Borriol, Castellón; Joaquín Ferreres Ruiz, Enrique Grajales Pardo, Francisco Tejero Puerto, Ángel Ferrando Martínez, Centro de Salud Mislata, y Yolanda Sipan Carrión, Josef Baeza López, Miguel Llario Sanjuan y Jaime Piero Olives, del Centro de Salud de Xátiva.

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